Sed sobrios y mortificados al menos en Semana Santa

A Dios lo que es de Dios


Hijos Míos, entráis en la Cuaresma y dentro de poco estaréis en Semana Santa. Pero esa semana es la peor de todo el año para nuestros Sagrados Corazones, porque es donde más abusos se hacen y donde se aumentan los pecados aceleradamente. Yo, Jesús, os hablo.

Todo aquel que viva esa semana con amor y fe y meditando los santos misterios de Mi Pasión, Muerte y Resurrección, harán las delicias de Mi Padre Eterno y son consuelo para Mi Santa Madre. Hijos Míos, que recordáis a vuestros difuntos en determinadas fechas, cuando murieron o cuando nacieron, a Mí muchos no solo no Me recuerdan sino que en esas fechas que deberían ser sagradas, se convierten en podredumbre para las almas, y el Maligno disfruta de ver que vais tan extraviados. Yo, Jesús, os hablo.Resultado de imagen para semana santa

Pocos Me resarcen de tanta ignominia, pocos Me consuelan de verdad, porque aun muchos católicos que viven los misterios, los viven con tanta mediocridad y  negligencia, que su consuelo no llega ni al mínimo imprescindible. Que paganizados estáis hijos, vais camino de la Vida Eterna pues cada día que pasa es un peldaño más que escaláis para la Vida Eterna, pero estáis tan distraídos con las cosas del mundo, tan llenos de contaminación mundana, que ya no sabéis valorar ni apreciar nada de lo sagrado y santo y, os aburre soberanamente. Yo, Jesús, os hablo.

Sed sobrios y mortificados al menos en esos días de Pasión, Muerte y Resurrección. Meditad sobre lo santos misterios de Mi Redención. Adorad la Santa Cruz, embelesaros con el Jueves Santo donde con tanto amor  Me quedé hecho pan y, reconoced que vosotros indignos hijos Míos, no vivís como debéis esos días santos y sagrados en los que tanto se Me ofende. Yo, Jesús, os hablo.

¿Qué hacía Mi Santa Madre en estos días?....Ella se adentraba en Mis misterios y los vivía intensamente cuando ya ascendí al Cielo. Todo lo conservaba y meditaba en su Corazón. Pedidle, hijos, ayuda a esa mujer que tanto os ama y que Me dio la vida humana, pedidle ayuda que ella está deseosa de dárosla. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.