Habla una vidente de Medjugorje

Al principio todos pudieron ver algún signo.

El 24 de junio de 1981 estábamos jugando en la colina de detrás de la casa y vimos a una mujer con un niño. Pensamos que podría ser la Virgen, pero yo no tenía fuerzas para discutir, para explicar, quería estar sola en la oración, porque sólo así tenía paz. Al día siguiente volvió a aparecerse, nos acercamos, y Ella se presentó diciendo: Queridos, no debéis tener miedo de mí, yo soy la Reina de la Paz”. Así comenzaron nuestras apariciones diarias.
La vidente Mirjana
Más adelante las apariciones sucedieron en la montaña del Podbrdo, pero, debido a que vivíamos tiempos gobernados por comunistas, llegaban los policías con los perros, y la montaña fue rodeada. Quien decidiera ir a la colina lo llevaban a prisión, peroestos primeros días la Virgen dejó ver tantos signos que casi todos los habitantes del pueblo presenciaron o vieron alguna cosa.
Por ejemplo, apareció escrito en el cielo la palabra “Mir”, que significa “Paz”, y todos lo vieron. Después, la cruz que hay en la cima del Križevac desapareció, y la Virgen se presentó vestida de blanco. Esto, también lo vieron todos. La gente del pueblo, viendo todos estos signos y conociéndonos desde niños, nos creyeron y ayudaron. Tuvimos apariciones siempre escondidos, cada día en un sitio diferente, no se sabía nunca dónde sería el siguiente lugar.
Voy al Paraíso y vuelvo a la vida corriente
Para mí estar con la Virgen es como estar en el Paraíso, pero no es tan fácil saber que mañana estarás en el Paraíso y que después se acabará. Por esome preparo siempre con la oración y el ayuno. Nada más terminar la aparición sólo me quedan fuerzas para dar el mensaje, de hecho siempre hay alguien cerca con papel y bolígrafo. Los mensajes de cada día 2 del mes son bastante largos, por eso es importante que los diga enseguida, porque cuando vuelvo a mi casa me acuerdo de qué iba el mensaje, pero no con las palabras exactas. Es importante que no ponga mis palabras en aquello que dice la Virgen. Después voy a mi habitación a rezar dos, tres, cuatro, cinco horas, depende; oro, lloro y aquella oración me ayuda a comprender muchas cosas y a volver a la realidad.
No he visto ningún video de las apariciones, sólo sé que en aquel momento estoy viendo a la Virgen, y en el vídeo no la veo. Eso me produce demasiado dolor, por eso no sé cómo estoy durante las apariciones. Yo sólo sé que muchas veces tengo lágrimas, y después una gran sonrisa.
Querría estar sólo con Ella
Yo no he visto nunca ni el purgatorio, ni el infierno, ni el paraíso. Puedo decir que para mí estar con la Virgen es como estar en el paraíso. Yo soy madre de dos hijas, y como todas las madres daría mi vida por ellas, pero cuando estoy con la Virgen no existen, no están, no recuerdo que tengo hijas, yo quiero estar sólo con Ella, que Ella me mire, y yo a Ella. Me han preguntado si la he tocado alguna vez. Nunca. Yo podría ver la Virgen cien años si pudiera, pero sé siempre que Ella es la Madre de Dios, y yo una cualquiera que camina por la tierra. Además, nunca lo he deseado, porque la Virgen, cuando te mira, notas como si te abrazara, notas que eres importante, que te quiere como eres, y es como estar en el paraíso.