Historias del Purgatorio

A finales del décimo siglo, vivía en Cluny un santo abad nombrado Odilón, es a él que se debe la conmovedora institución de la fiesta de los muertos, que desde entonces se celebra cada año en la Iglesia el 2 de noviembre, al día siguiente al día en que  la Iglesia celebra en la fiesta de todos los santos las alegrías de la Iglesia triunfante; he aquí en que ocasión esta fiesta fue instituida.Resultado de imagen para costas sicilia

   Un monje del país de Rouergue que había visitado los lugares santos de Jerusalén, se embarcó sobre mar para volver a su país, y fue echado por la tempestad a una isla desierta, cerca de las costas de la Sicilia, tan conocidas por sus volcanes, y allí encontró  a un solitario piadoso que lo instruyó largamente de las cosas de Dios. Al final, el ermitaño, se informó de su país, y que sabía que era de Aquitania, y le pidió si el monasterio de Cluny estaba en esta comarca, y si conocía al abad, nombrado Odilón. El monje que le había respondido que perfectamente conocía al abad de Cluny y su monasterio, quiso saber a su turno por qué le hacía esta petición: “ 

Hay cerca de aquí, respondió el ermitaño, unos lugares subterráneos, de donde se escapan a cada instante del día y de noche las llamas y los torrentes de humo, se oyen gemidos, en medio de estas conflagraciones espantosas, las almas de los que todavía no satisficieron totalmente sus pecados. Últimamente oí a los demonios, que son los ejecutores de la justicia de Dios en estos lugares, quejarse y lamentarse, diciendo que Odilón por sus oraciones y sus buenas obras les quitaba un gran número de estas almas; es por eso que, cuando usted esté de vuelta en su país, le ruego que usted vaya a ver a Odilón de mi parte, y que usted le cuente escrupulosamente todo lo que le digo, con el fin de que él y sus amigos hermanos continúen cada vez más sus oraciones, sus ayunos, sus limosnas para estas almas pobres, para que pronto sean libradas de tales penas.

 El monje, de regreso a Cluny, no dejó de contarle, en el capítulo, a Odilón, aquello que se había enterado en su viaje. - el abad, impactado por esta visión, hizo un decreto general para todos los Monasterios que dependían de Cluny, por el cual el 2 de noviembre fue consagrado a la memoria y al alivio de los difuntos fieles retenidos en el Purgatorio; de estos Monasterios de Cluny pasó poco a poco en la Iglesia, y el papa Juan XVI lo extendió a la Iglesia universal por decreto apostólico.