Las almas del purgatorio nos pueden devolver objetos perdidos

—Usted dice que siempre las almas del purgatorio nos protegen de alguna manera, pero ¿nos protegen más cuando rezamos más a menudo por ellas? Resultado de imagen para paisaje urbano

—¡Oh, sí, mucho más! Uno podría decir que de esa forma tienen nuestra autorización. Cuando comenzamos a rezar por ellas la respuesta llegará muy rápido. Necesitan tanto de nuestra atención que harán lo imposible para que nos demos cuenta de que son ellas quienes nos están llamando. Cuando les pido una ayuda específica para algo, digo: "Ayudadme con esto o aquello y yo ofreceré una misa extra la próxima semana. Si no lo hacéis, no ofreceré la misa". Pensará que esto es intentar negociar con Dios o amenazarlo; pero yo no creo que sea así por la simple razón de que la oración no está sujeta a tiempo o espacio. Si la intención de hacerlo es honesta, entonces la intervención de las almas y el tiempo en que intervienen no puede medirse desde nuestro punto de vista con respecto al tiempo. Inténtelo, notará que las almas se pondrán en gran actividad. 

—¿Pueden devolvernos los objetos que hemos perdido? 

—Sí, también pueden, y tengo un muy buen ejemplo al respecto. Hace dos años una hermana religiosa muy piadosa de la Comunidad de las Bienaventuranzas, que vive permanentemente en Medjugorje, acompañó a Vicka, una de las videntes, a un viaje por Francia para dar unas conferencias. El viaje fue rápido y agitado, y mientras viajaban, la hermana Emmanuel -este es su nombre- llevaba un bolso de viaje con mucho dinero dentro. Habían reunido ese dinero para pagar el alquiler de las habitaciones de los lugares donde estaban programadas las charlas. Generalmente compartían la misma habitación, y una mañana temprano, un par de minutos antes de que tuvieran que partir a su próxima reunión, el bolso no aparecía. La hermana Emmanuel sabía perfectamente dónde lo había dejado el día anterior, pero por supuesto, no podían demorar la partida puesto que miles de personas estaban esperando para ver y oír a Vicka. Debieron partir entonces sin el bolso. Sin embargo, antes de salir la hermana Emmanuel le pidió a la dueña del lugar que revisara la habitación, y si fuera necesario toda la casa, puesto que era mucho dinero y ya estaba comprometido. 

El viaje continuó y el bolso no aparecía en ninguna parte de la casa. Vicka volvió a Alemania y la hermana Emmanuel regresó a Medjugorje todavía muy angustiada por la pérdida del bolso. Y como se sentía responsable, al llegar al pueblo le pidió a las almas del purgatorio: "Encontrad ese bolso por nosotras y ofreceré una novena de misas". Al cabo de solo tres días llegó una carta a la secretaría parroquial proveniente de la dueña de la casa donde habían dormido esa noche en Francia. Decía: "Acabamos de encontrar el bolso, y todo el dinero se encuentra en él sin que falte nada. 

¡Estaba en el mismo lugar en que nos dijo que lo había visto el día anterior!". Esto no me sorprende lo más mínimo. Una novena de misas lleva a muchas almas al Cielo. Me lo contó la hermana Emmanuel cuando me visitó y me dejó una pregunta para hacérsela a un alma: "¿Fue un alma del purgatorio la que nos devolvió el bolso con el dinero perdido durante el viaje de Vicka a Francia?". Más o menos un mes más tarde recibí la respuesta: "Sí". 


Entrevista a Maria Simma por Nicky Eltz