Lo predije hace dos años: la Forcades, candidata


Luego me dirán que si soy bicho y que pobre sor Teresa Forcades y la cosa del respeto, y bla, bla, bla, y que Cristo estaría con los débiles y que lo que nos molesta es que haya monjas progresistas y que menos ortodoxia y más caridad.
Ni bicho ni gaitas. Lo que pasa es queacabo de descubrir que como profeta tengo futuro. Bueno, ni siquiera como profeta, simplemente que basta abrir los ojos, ver las cosas y sacar las conclusiones. Elemental, querido Watson.
Hace ahora dos años publiqué en Infocatólica un post titulado “¿Se está preparando el futuro sor Teresa Forcades? En él me atrevía a sugerir que la reverenda, que parece que cada día se encuentra más fuera de sitio en el convento, cuando anda en manifiestos, declaraciones independentistas y reivindicaciones político – sociales, lo mismo es que lo que anda buscando es una salida honrosa del convento, un puesto bien remunerado en la administración con posibilidades de quedarse luego en donde sea, y encima hacerlo pasar por compromiso real con los débiles y apuesta evangélica en favor de la libertad y la justicia.
Pues vale. Ya dije hace dos años que me olía a salida perfecta: puesto fijo, generosa nómina, futuro más que pasable y encima por el reino de los cielos.Como era de esperar se me dijo de todo, básicamente lo de no juzgar y respetar, que si no lo sueltas hoy no eres nadie.
Acabo de leer la noticia de que sor (ya veremos por cuánto tiempo) Teresa Forcades acaba de postularse como cabeza de una candidatura de confluencia –cabeza, eh, para pillar sillón como sea, nada de la última en plan testimonial- para lo cual pedirá un permiso especial de un año al monasterio, ampliable a dos, se supone que para vivir y hacer al margen del claustro. Pues nada, que sor -aún- Teresa Forcades acaba de darme la razón en lo que escribí hace dos años.
Anda que no habrá predicado veinte veces eso de los pajarillos y los lirios del campo, eso de vivir confiando en la divina providencia. Pero cuando se trata del sustento diario la cosa cambia radicalmente. Se ofrece como cabecera de lista para asegurarse el sillón y, de momento, un año de exclaustración, quizá dos… Si va bien la cosa, puesto fijo, buen sueldo y futuro perfecto, pues nada, secularización definitiva y punto. Y si va mal… pues retorno al claustro. Además sonaría hoy fatal eso de que sor Teresa se seculariza. Por eso mucho mejor un añito o dos de permiso para poder comprometerse en la causa de la libertad de los pobres y oprimidos.
Así son las cosas. Cualquier día la Caram pide permiso para presentarse a las elecciones del Barça.