Enero 20/2011 María Santísima dice:
“Encantos de Mi Inmaculado Corazón: Tenéis la gran tarea de adorar a Jesús en el Sagrario, rendirle los más grandes y sentidos homenajes. Él es Rey de reyes, el Señor de señores, el Rey de más alto linaje que hace de cada Sagrario: una Mansión Celestial. Vosotros estáis llamados a permanecer largas y largas horas en Su Tabernáculo de Amor Divino; orad con vuestro corazón, que vuestra oración profunda, meditativa: se transformará en bellos himnos, se transformará, también, en cantos armoniosos; himnos y cantos, acompañados al son de las cítaras y de las arpas de los Santos Ángeles.
No perdáis vuestro tiempo en cosas baladíes; no perdáis vuestro tiempo, entretenidos en quehaceres inútiles; a veces el enemigo os distrae, os pone a trabajar en cosas que no son tan importantes y termináis descuidando aquellas cosas que sí son verdaderamente importantes.
En la oración sentiréis los besos y abrazos de Jesús. En la oración sentiréis Sus Palabras, como susurro de brisa suave. En la oración saborearéis a Dios, os embriagaréis de amor; suspiraréis en ansias de que os posea. En la oración, vuestra cruz se torna más liviana. En la oración encontréis respuestas a vuestras dudas, se os vislumbrará un camino esperanzador, un camino lleno de luz. En la oración tendréis un encuentro a solas con el Señor.
Hijos amantísimos:
Sed discípulos de Jesús; discípulos amantes de la Cruz, discípulos amantes del Misterio de los misterios: la Sagrada Eucaristía. Discípulos coherentes en su vida, trasparentes en sus actos; discípulos amparados y arropados bajo Mi Manto maternal.
“Encantos de Mi Inmaculado Corazón: Tenéis la gran tarea de adorar a Jesús en el Sagrario, rendirle los más grandes y sentidos homenajes. Él es Rey de reyes, el Señor de señores, el Rey de más alto linaje que hace de cada Sagrario: una Mansión Celestial. Vosotros estáis llamados a permanecer largas y largas horas en Su Tabernáculo de Amor Divino; orad con vuestro corazón, que vuestra oración profunda, meditativa: se transformará en bellos himnos, se transformará, también, en cantos armoniosos; himnos y cantos, acompañados al son de las cítaras y de las arpas de los Santos Ángeles.
No perdáis vuestro tiempo en cosas baladíes; no perdáis vuestro tiempo, entretenidos en quehaceres inútiles; a veces el enemigo os distrae, os pone a trabajar en cosas que no son tan importantes y termináis descuidando aquellas cosas que sí son verdaderamente importantes.
En la oración sentiréis los besos y abrazos de Jesús. En la oración sentiréis Sus Palabras, como susurro de brisa suave. En la oración saborearéis a Dios, os embriagaréis de amor; suspiraréis en ansias de que os posea. En la oración, vuestra cruz se torna más liviana. En la oración encontréis respuestas a vuestras dudas, se os vislumbrará un camino esperanzador, un camino lleno de luz. En la oración tendréis un encuentro a solas con el Señor.
Hijos amantísimos:
Sed discípulos de Jesús; discípulos amantes de la Cruz, discípulos amantes del Misterio de los misterios: la Sagrada Eucaristía. Discípulos coherentes en su vida, trasparentes en sus actos; discípulos amparados y arropados bajo Mi Manto maternal.