Estáis en el Mundo para cumplir una misión muy importante

Habla la Santísima Virgen María a Javier Viesca, México, junio 2015Resultado de imagen para creación universal

.

Hijitos Míos, el vivir tiene un por qué, el don de la vida se os concedió como algo muy grande, Mis pequeños. Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María.

Una madre, cuando ve al hijo que nace, que llora y que empieza a vivir fuera del vientre materno, se alegra inmensamente, aunque ya el haberlo tenido dentro de su vientre, haber gozado ésos movimientos desde meses antes, ciertamente, la van llevando a una alegría muy especial.

Es la vida, la vida que no se ve, primeramente, pero que va creciendo, se va desarrollando en el vientre. En el acto de procreación, hay una promesa de vida, luego es palpable dentro del vientre y, tanto el padre como la madre, van gozando ése desarrollo.

El nacimiento de un nuevo ser, de un bebé, por lo general, trae una gran alegría, pero pocos se acuerdan de agradecerle a Nuestro Dios, ése milagro de la vida.

Mis pequeños, vuestra vida es valiosísima, el don de la vida es un regalo que Nuestro Dios da a ciertas almas para servirLe; vosotros, vivís para Nuestro Dios, que eso, también muy pocas veces meditáis.

Ciertamente, tenéis libertad de actuación, pero la vida no os pertenece y ésa es otra realidad, otra verdad en la que no reflexionáis. La vida, es un regalo maravilloso, porque Nuestro Padre Dios, el Creador, se fijó en cada uno de vosotros, os dio la vida a vosotros, se fijó en lo individual. La Creación de la vida, no es como una maquinaria en que van brotando y brotando nuevos seres sin ningún fin, ¡No!, Mis pequeños, cada uno de vosotros tenéis una finalidad espiritual, Divina y se os dio el don de la vida para llevarla a cabo. No estáis en el Mundo, solamente para llenar un espacio, estáis en el Mundo para cumplir una misión muy importante, para completar el Cuerpo Místico de Mi Hijo y la Redención que inició Mi Hijo Jesucristo.

Si vosotros meditarais en lo profundo y con la ayuda de Mi Esposo, el Espíritu Santo, os llevaríais una gran sorpresa lo que es el valor de la vida y, es tan grande, que también de eso seréis juzgados, pero el don de la vida pertenece a Nuestro Padre Dios y siempre tendrá una finalidad precisa y grande y, de eso seréis juzgados.

¿Cómo fue vuestra vida? ¿Qué hicisteis con ella? ¿Cuántas almas salvasteis? ¿Os unisteis a Mi Hijo para ayudar a multitudes de almas en su salvación eterna? ¿Llevasteis amor a vuestros hermanos? ¿Vivisteis obras de Misericordia, ayudando a crecer a vuestros hermanos en lo espiritual y les ayudasteis también en lo humano? Tantas y tantas preguntas y situaciones que podéis hacer con el don de la vida. ¿Podréis responder todas ésas preguntas al momento de vuestro Juicio Final? ¿Estará contento Nuestro Padre y Nuestro Dios, con el actuar vuestro, con el don de la vida que se os concedió?

El hombre desperdicia mucho de los bienes que se le conceden, porque no actúa con Sabiduría, porque no la pedís, porque no queréis llevar a cabo lo que quiere Nuestro Padre para cada uno de vosotros.

Para Nuestro Dios, no hay casualidades, todo tiene un fin preciso, perfecto, santo. Sabiduría necesitáis, Mis pequeños, para utilizar el don de la vida de acuerdo a lo que Él quiere; vosotros, en muchos momentos de vuestra existencia, os quejáis de vuestra vida: ¿por qué esto y por qué lo otro?, ¿por qué no tenéis y aquellos sí?

Tantas preguntas sin respuesta y, todo porque lo queréis hacer con vuestras propias fuerzas; queréis llevar a cabo vuestra vida, solos, sin ayuda espiritual Divina y por eso, generalmente, vuestra vida se desarrolla en la mediocridad, porque no pedís una guía Divina, que solamente Nosotros, desde el Cielo, os podeMos dar.

¡Cuánta Sabiduría os falta!, ¡cuánto amor!, ¡cuánto respeto por los deseos de Nuestro Dios!

¿Cuántas veces, a lo largo de vuestra existencia, os habéis detenido un momento y Le habéis preguntado a Nuestro Padre Dios, “¿qué es lo que deseas de mí, Mi Padre, cómo quieres que haga esto o lo otro, voy por aquí o voy por allá”? Hacéis lo que queréis y erráis en la mayoría de los casos.

El don de la vida, don tan precioso y no le sacáis el provecho debido por la falta de Sabiduría y por la falta de vuestro acercamiento con Nuestro Dios.

Soy vuestra Madre y Yo os puedo aconsejar, Mis pequeños, tomadMe en cuenta, también, cuando dudas tengáis en vuestra mente y en vuestro corazón.

Venid a Mí, os aconsejaré, pediré al Padre, a Mi Hijo o a Mi Esposo, que Me ayuden a resolver vuestras necesidades y no dudéis, porque Ellos Me darán todo lo necesario para que Yo os pueda ayudar.

No os alejéis de Mí, Mis pequeños, y, especialmente, porque estos son Mis tiempos, tiempos de la gran lucha en la que, Yo y vosotros, lucharemos contra la serpiente. Esto es una realidad y, aunque muchos, o lo nieguen o no les interese, se dará, así que, empezad a usar la Sabiduría Santa, venid a Mí, Yo os protegeré, os guiaré, os aconsejaré, os protegeré de tanta maldad con la que satanás os quiere destruir.

Estos son tiempos en que debéis actuar con Sabiduría Santa, con Sabiduría del Cielo y no con inteligencia humana. El ataque de satanás será muy fuerte y vosotros sois demasiado pequeños para poder soportar una fuerza tan grande, como es la que tiene satanás.

Si empezáis a ser Sabios, allegándoos a Nosotros, que os amamos inmensamente, podréis sobrellevar y vencer las pruebas que se os vendrán, pero si os mantenéis en vuestra necedad sufriréis inmensamente y vuestra salvación podrá quedar en entredicho, porque satanás os puede vencer fácilmente con su manera de actuar contra vosotros. No sois sabios ni sois sencillos, sois necios y os falta mucha Sabiduría, así que, empezad a usar la Sabiduría Santa y venid a Mí, que Yo os llevaré ante la Santísima Trinidad, así podréis salir airosos de las pruebas y, sobre todo, dadLe gracias a Nuestro Dios por el don de la vida, apreciad y agradeced que Él se fijó en vosotros y tenéis el don de la vida para servir a Nuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.