Hoy: Fiesta de san Josemaría Escrivá

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INFOVATICANA
Hoy, 26 de Junio, se cumplen 40 años de la muerte de Josemaría Escrivá. Juan Pablo II lo canonizó en Roma el 6 de Octubre de 2002.
Nacido en Barbastro el 9 de Enero de 1902, pasó su infancia entre Barbastro, Logroño y Zaragoza.
Fue el segundo de seis hermanos; sus tres hermanas pequeñas murieron siendo niñas. El último nacería muchos años más tarde. Cuando Josemaría cumplió dos años, padeció una enfermedad grave en la que se temió por su vida. Tras su recuperación, sus padres lo llevaron en peregrinación a la ermita de Torreciudad en cumplimiento de una promesa a la Virgen María por su curación.
En las Navidades de 1917-18, al ver las huellas de pasos de un carmelita descalzo en la nieve, quedó impresionado, y decidió hacerse sacerdote, ingresando en el seminario de Logroño como alumno externo en el mes de octubre de 1918.
En septiembre de 1920, se trasladó a Zaragoza. Algunos de sus compañeros del seminario de Zaragoza lo recuerdan como un joven despierto, inteligente y alegre, a la vez que muy piadoso.
En las navidades de 1922 recibió los grados de ostiario y lector, junto con los de exorcista y acólito. Sus superiores apreciaron sus dotes, al nombrarlo Inspector del Seminario -encargado de mantener la disciplina entre los seminaristas, tanto en clase como en los paseos- siendo un hecho insólito que designaran a un seminarista y no a un sacerdote para este cargo. En 1923, siguiendo el consejo de su padre, comienza los estudios de Derecho en la Universidad de Zaragoza.
Recibe la ordenación sacerdotal el 28 de marzo de 1925 y comienza a ejercer el ministerio en varias parroquias rurales y luego en Zaragoza, con preferencia en la iglesia de San Pedro Nolasco, regida entonces por sacerdotes jesuitas.
Doctor en Derecho y en Sagrada Teología, fue profesor de Filosofía, Ética profesional y Derecho romano en las universidades de Zaragoza y Madrid. Fue miembro de la Pontificia Academia Romana.
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En 1928 fundó el Opus Dei, asociación de fieles, de la que fue presidente general y que a partir de 1946 dirigió desde Roma, que tenía como fin difundir en todos los ambientes de la sociedad el mensaje evangélico de la llamada universal a la santidad y al apostolado, tomando como marco las circunstancias de la vida corriente y, sobre todo, en el ejercicio del trabajo profesional ordinario.
Su mensaje fue adoptado después por toda la Iglesia en el Concilio Vaticano II.
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Tuvo muy buena relación con Franco, a quien predicó ejercicios espirituales en el Palacio de El Pardo, y a quien envió una calurosa felicitación el 23 de Mayo de 1958, con motivo de la promulgación de los Principios Fundamentales:
“Aunque apartado de toda actividad política, no he podido por menos de alegrarme, como sacerdote y como español, de que la voz autorizada del Jefe del Estado proclame que “la Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única y verdadera y Fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará su legislación”. En la fidelidad a la tradición católica de nuestro pueblo se encontrará siempre, junto con la bendición divina para las personas constituídas en autoridad, la mejor garantía de acierto en los actos de gobierno, y en la seguridad de una justa y duradera paz en el seno de la comunidad nacional.”
1En el momento de su muerte, el 26 de Junio de 1975, el Opus Dei ya se había extendido por los cinco continentes y había llegado a tener en su haber más de 60.000 socios. Asimismo, Escrivá de Balaguer fue autor de obras de espiritualidad, como Camino, de 1934, de la que en 1982 ya se habían hecho 175 ediciones y se había traducido a 34 idiomas, Santo Rosario y Es Cristo que pasa (1973), y el ensayo La abadesa de Las Huelgas (1944).
En 1981 empezó su proceso de beatificación y canonización. La ceremonia de su beatificación se celebró en Roma el 17 de mayo de 1992. Diez años después, el 6 de octubre de 2002, fue canonizado en Roma por el papa Juan Pablo II.