Jesús: Ven y siéntate frente a la Eucaristía

21 de Agosto de 2003 
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Jesús:

 Hoy quiero dirigir la atención, una vez más, al ritmo agitado de este mundo moderno. Hijos, vengan y siéntense conmigo ante el Sacramento de la Eucaristía. Estoy realmente presente en cada Tabernáculo alrededor del mundo. Piensen en uno ahora e imagínenme allí. ¿Tengo una televisión? ¿Tengo radio? Por supuesto que no. Y sin embargo, estoy realmente allí. Qué es lo que hace, te preguntarás. Te digo una cosa Hijo mío, no me aburro. Pienso en ti. Me preocupo si estás lejos. Sufro si has escogido caminos mundanos y estás poniendo en peligro tu alma. Todos los días me entristezco si no hay una esperanza de que vengas a visitarme. Le pido a mi Padre que tenga misericordia de ti. Instruyo a Mis ángeles para que te cuiden con la esperanza de que algún día regreses a Mí. Hijo mío, ¿cuántas veces piensas en Mí durante el día? Estás pensando en Mí ahora mientras lees estas palabras. Bueno, mientras tu mente está descansando en Mí, déjame decirte que te amo, sólo quiero tu felicidad. Yo puedo ayudarte en todo. Puedo resolver tus problemas y sanar tus heridas.

Hijo mío, ven y siéntate frente a la Eucaristía en cualquier Tabernáculo, y te cubriré con Mis gracias y bendiciones que brotarán sólo para ti. Quiero que te sientes y te sumerjas en el silencio. Puedes cerrar tus ojos estando allí y yo llenaré tu cabeza con un río de pensamientos celestiales. 

Tengo tanto que compartir contigo. He visto cada herida que has experimentado. Cuánto veces he deseado consolarte. Déjame consolarte ahora. Insisto y les vuelvo a pedir que eliminen tanto ruido como puedan de su vida. El ruido no conduce a la santidad y si tienen que tolerar ruido en el mundo, pueden disminuir el ruido en su hogar y en su automóvil. En el silencio llega la paz, pequeños. 

Me encontrarán en el silencio. Los estoy esperando y jamás, ni por una vez, he retirado mi mirada lejos de ustedes. Deben saber que los perdono por todo. Sólo quiero su amor. Las almas encuentran este concepto muy difícil porque su mundo moderno se ha burlado a tal grado de él con el amor propio, que las almas desconfían. ¿Porqué me ama Jesús? No soy muy fácil de amar, piensan. A la verdad que son muchas las almas en este mundo que no se agradan nisiquiera a sí mismas. Por lo que encuentran difícil imaginar que alguien, particularmente el Dios Todopoderoso, pudiera desearles su bienestar, y amarlos completamente. 

Te digo, querido hijo, que la Verdad no se puede negar. Yo soy la Verdad. Y te amo mucho más de lo que puedas imaginarte. Mi único deseo es que regreses a Mí para que Yo pueda protegerte. No temas. No recibirás castigo alguno por tus delitos. Regresa a Mí ahora y perdonaré tus pecados. Continuaremos juntos como si estos pecados jamás se hubieran cometido. Los pecados dejan cierto residuo en el alma. Ven a Mí ahora, Mi amado hijo, y con mi aliento celestial, soplaré el residuo de pecado para que tu alma, ya renovada, proceda con alegría. Yo soy tu Dios. Te amo. Eso nunca cambiará.* * Jesús no quiere decir que no debamos participar en el Sacramento de la Reconciliación.