4ª Período: Época satánica

 4º período: “Época satánica tres veces más feroz, aunque breve, que la del Anticristo. Será lucha de espíritus contra espíritus. Se salvarán aquellos que sepan estar a la sombra del Tabernáculo de donde brota toda fortaleza”.- 


 Jesús: “La última batalla será lucha de espíritus contra espíritus. Satanás, en contraposición a mi reinado espiritual y a mi enseñanza, opondrá su guerra satánica contra los espíritus para ver de extraviar a los más que pueda de entre los más débiles; y de sus reservas y fortalezas, en las que quedaron confinados cuantos permanecieron fieles a la Bestia aun después de la derrota de ésta y de su ministro, extraerá sus agentes de seducción para desbaratar, por última vez, la obra de Dios cuya ruina dio comienzo al pié del árbol del Bien y del Mal. 

La época satánica será tres veces más feroz que la época anticristiana, si bien será breve, ya que por los que viven en aquella hora rogará toda la Iglesia triunfante en medio de los esplendores del Cielo, rogará igualmente la Iglesia purgante entre las llamas purgativas del amor y rogará, por último, la Iglesia militante con la sangre de los últimos mártires. Se salvarán aquellos que, mientras las tinieblas, el calor abrasador, las tempestades y los rayos de Satanás conturben al mundo, sepan estar a la sombra del Tabernáculo de donde brota toda la fortaleza puesto que Yo soy la Fortaleza de los vivientes y así, quien de Mí se alimenta con fe y amor llega a identificarse con mi Fortaleza. 

Y serán pocos éstos que se salven por cuanto, tras haber pasado Yo siglos y siglos amando al hombre, éste no ha aprendido a amar. Ahora bien, ninguno, si es que se pierde, podrá culparme de su perdición. ¿Qué más podía hacer Yo por vosotros, hijos de Dios que preferisteis andar errantes lejos de la casa del Padre llegando, incluso, a vender al Enemigo de Dios vuestra primogenitura divina? No digáis que por mi virtud podía Yo impedir que os acechase el Mal y haceros así mismo buenos con mi poder. Porque, en tal caso, tendríais menos mérito que el tallo de hierba que, sin advertirlo, huella vuestro pie; pues la hierba nace y crece por sí sola sin que de ella tenga el Altísimo ni la mínima parte del cuidado del que vosotros tenéis. Ese tallo recibe de Dios únicamente sol, rocío y un puñado de tierra. 

Vosotros, en cambio, contáis con la inteligencia para guiaroscon la Gracia para iluminaroscon la Ley para regularosme tenéis a Mí por Maestro y tenéis mi Sangre para vuestra salvación. Todo os lo di. Vosotros, en cambio, me habéis dado tan poco… ¡y cada vez menos! Con paciencia de Dios he cuidado de vosotros, mas vosotros siempre os habéis vuelto contra Mí. Siempre fueron los desidiosos los menos culpables. Siempre habéis tenido miedo de hacer demasiado por vuestro Dios que todo lo hizo por vosotros”.