Hay muchas razones por las que habéis de sufrir

Hay muchas Razones por las que han de sufrir. No las cuestionen. Estén solo dispuestos cuando se les llame. No teman hacer aquello que constituye la voluntad de Dios. Te fortalecerá y te hará más agradable a Él el que sufras estas pruebas y, en ocasiones, humillaciones. Rinden grandes frutos. 


Yo espero que mis hijos respondan con espíritus dispuestos y corazones generosos cuando se les llame a sufrir ahora, en estos tiempos en que la salvación de las almas de tantos está en peligro. Ellos estarán con ustedes en el paraíso eternamente y les estarán muy agradecidos por los pequeños sacrificios que tanto bien produjeron debido a la generosidad de Dios, Quien honra hasta el más pequeño intento cuando se hace por amor.

¡Alabada sea la Santísima Trinidad ahora y por siempre! Amen.

Apostolado de la Divina Maternidad