Entre las autoridades presentes en el acto religioso tampoco
se encontraba ningún alto cargo del Gobierno central, a
pesar de tratarse de la celebración del patrón de España.
Quizá por ese motivo el Día del Apóstol ha tenido escasa
repercusión mediática. O tal vez el pasar por alto esta festividad
tenga su origen en la obsesión de algunos partidos por imponer
un laicismo radical o por eliminar cualquier símbolo religioso de la
vida pública.