La Confesión está desapareciendo

Sobre la Confesión: 

Finalmente os digo, podríais hacer otro propósito muy eficaz de enmendar la vida y no volver más a los pecados cometidos, porque si este propósito faltare, la contrición sería fingida, la confesión, sacrílega, la satisfacción, de poco provecho, y la absolución, de ningún efecto; porque no se perdonan las culpas al que tiene propósito de volver a ellas.

Y aunque la culpa fuese venial, no será perdonada si no hay propósito de enmendarse de ella.



Blog Milicia de Guadalupe

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«La confesión está desapareciendo», avisa
La mayoría de los que comulgan no se confiesan ni una vez al año, denuncia el sociólogo Introvigne


Hay una multitud de católicos que van a misa con asiduidad y comulgan con frecuencia, pero que no se confiesan... y eso es un sacrilegio

El sociólogo católico especializado en comportamiento religioso Massimo Introvigne ha escrito un artículo en La Nuova Bussola Quotidianaseñalando que el debate sobre la comunión de los divorciados que conviven maritalmente con alguien que ante Dios y la Iglesia no es su cónyuge es un debate que tapa la cuestión de fondo: que millones y millones de católicos que van a comulgar con regularidad llevan más de un año sin confesarse, y que es estadísticamente razonable pensar que comulgan estando en pecado mortal


Lo que hacen los divorciados... y otros pecadores

"Según una encuesta que realicé para La nuova Bussola quotidiana, constatamos que en el 75% de las parroquias italiana los divorciados vueltos a casar comulgan de manera regular, sin esperar que el Sínodo, eventualmente, cambie la doctrina. A raíz de esta encuesta muchos lectores se han puesto en contacto conmigo, y también varios obispos, y me han confirmado que el estudio es un retrato exacto de lo que sucede en sus diócesis. Algunos me han llevado a reflexionar sobre un problema más generalizado. 

Los divorciados son sólo la punta del iceberg; el verdadero problema es que la mayoría de las personas que comulgan no frecuentan el sacramento de la Confesión", escribe Introvigne.

Los que comulgan sin confesarse

"Casi el 90% de los que se ponen en fila para comulgar en los Estados Unidos cada domingo, el 95% en ciertas zonas del Norte de Europa y del 60 al 80% en Italia no se confiesa ni siquiera una vez al año. Comparando las estadísticas sobre la confesión con otras, es cierto que entre estos no sólo hay divorciados vueltos a casar, sino también personas que conviven antes y fuera del matrimonio, homosexuales practicantes, médicos abortistas, políticos que votan leyes inmorales, masones (excluidos de la comunión según la «Declaración sobre la masonería» de 1983, aún vigente) y todo el que quiera. A no ser que se crea que el 88% de los estadounidenses que comulgan no cometen nunca pecados graves, lo que significaría un florecer de santidad que no se ha visto nunca en la historia de la Iglesia".


¿Por vergüenza humana? ¿O por dudar de Dios? 

Aunque muchos digan que es duro confesarse admitiendo con concreción los propios pecados ante un sacerdote, Introvigne considera que "no es verdad que no nos confesamos debido a nuestro sentido de la privacidad, para no contar nuestros asuntos personales a un sacerdote". El sociólogo señala la gran cantidad de usuarios que tienen las psicoterapias, e incluso grupos más o menos sectarios como Cienciología, que ofrecen limpiar o depurar traumas del pasado, "que deben ser expuestos y definidos". Y eso, pese a ser de pago. 

La razón de que muchos católicos no se confiesen no es la vergüenza que da admitir el pecado, sino que "ya no se cree en la misericordia de Dios" y, de hecho, muchos tampoco tienen "conciencia del pecado".