Mis Mandamientos no están sujetos a ninguna interpretación

Mensajes a Luz de María
julio 2015


OH PUEBLO MÍO, ¡CUÁNTO LES AMO!

Miro a la Tierra y en Ella miro una gran parte desértica. Son las almas de aquellos hijos Míos que se entregan al mal en este instante.

(...)

Hijos Míos, deben mantenerse preparados pues el anticristo, el opositor a Mi Pueblo, el más terrible perseguidor de Mi Pueblo, se encuentra entre la humanidad, dirigiendo desde un pequeño puesto su liderazgo anónimo por ahora, y a través de ese puesto se ha dado a conocer sin que Mis hijos logren identificarlo.
 
Ustedes saben, como Mi Madre se los ha adelantado continuamente, que aquel que se hará pasar por Mí no llegará ante Mi Iglesia como verdaderamente lo es.  El más terrible perseguidor de los hijos de Mi Madre, llegará hasta Mi Iglesia como el cordero indefenso, cuando dentro de él se esconde el lobo que devorará a Mis ovejas.  POR ELLO ES QUE CONTINUAMENTE MI MADRE Y YO LES LLAMAMOS Y CLAMAMOS PARA QUE MIS HIJOS ESCUCHEN NUESTRAS VOCES Y NO DUDEN MÁS DE MI PALABRA, puesto que si Yo no llamara a Mi Pueblo a través de Mi Misericordia y a través de Mi Justicia, sí que deberían de dudar de esta Palabra, PERO COMO ESTA PALABRA ES DIVINA, DEBO LLAMAR CON MI MISERICORDIA A MI PUEBLO Y A LA VEZ ANUNCIARLES MI JUSTICIA, PUES QUIEN ME AMA, ME RESPETA Y NO ME TEME POR MI JUSTICIA SINO QUE ME AMA PRECISAMENTE PORQUE SOY UN JUSTO JUEZ DE MISERICORDIA.

El padre de familia ama a sus hijos y les amonesta a la vez por amor. De esta forma Me dirijo Yo a ustedes, amados hijos. Por ello explicito cuanto está escrito en la Sagrada Escritura en donde se ha plasmado cada una de Mis Palabras.

Amado Pueblo Mío, Me encuentro más cerca de ustedes.  Mi Segunda Venida está más próxima a ustedes, y cuando esto ocurra, escucharé los ¡Ay! de aquellos que no creyeron en Mis constantes llamados, de aquellos que Me negaron, de aquellos que despreciaron los Llamados de Mi  Madre y de aquellos que fueron jueces de Mi Profeta. 

Llego pronto, hijos, en Mi Segunda Venida, como Rey de Gloria y Majestad que Soy, rodeado de todos Mis Coros Celestiales, de Mis Legiones, de Mis Dominaciones, de Mis Potestades y de todos Mis Ángeles. Vendré hacia ustedes estremeciendo no sólo la Tierra sino todo cuanto fue creado por la Mano de Mi Padre, puesto que no sólo la Tierra es creación Divina sino todo cuanto existe:  los Universos que el hombre no ha descubierto,  que él desconoce y niega a la vez, negando así la Omnipotencia de Mi Padre.

La Tierra no es el centro del Universo, el centro del Universo es Nuestra Trinidad. ¡Qué poca cosa ha llegado a ser el ser humano luego de haber salido de las mismas Manos de Mi Padre! Siendo lo más grande creado por Mi Padre,  ha llegado a ser lo más inútil y la creatura que ofende mayormente a Mi Padre, a Mí y a Nuestro Santo Espíritu, con la rebeldía y la desobediencia que ninguna otra creatura creada por Mi Padre haya tenido contra Nuestra Trinidad. Ni siquiera los animales se rebelan en contra Nuestra,  como se rebela el ser humano, negándose a obedecernos y negándose a prepararse, cuando es precisamente por el bien y la salvación de su alma que deben prepararse.

¡CUÁNTO SE HA ABOCADO EL HOMBRE EN CUIDAR SU CUERPO!, ¡CUÁNTO HAN LLEGADO A IDOLATRAR EL CUERPO, HIJOS! Y ¿QUÉ ES EL CUERPO SIN EL ALMA?, ¡QUÉ GRAN OFENSA COMETEN EN ESTE INSTANTE!, CUANDO DEBERÍAN PROCURAR USTEDES EL BIEN DEL ALMA, EL CRECIMIENTO DEL ALMA Y LA NULIDAD TOTAL DEL “EGO” DEL HOMBRE, ya que en estos instantes, ustedes se enfrentarán a mayores calamidades, a las más grandes pruebas que jamás el hombre haya imaginado, pruebas nacidas de la mente del propio hombre y ante las cuales responderá la misma Naturaleza.

Amado Pueblo Mío, ¡con cuánto amor Me dirijo hacia ustedes y con cuánto desprecio Me responden!, acumulando riquezas cuando éstas no les serán de ningún provecho, ya que la economía continuará su caída de país en país. Según la importancia que tenga cada país, así irá desvaneciéndose como el agua entre los dedos.

El gran plan gestado para elevar al anticristo, está siendo fructífero y esto me causa un gran dolor, fructífero pues la desobediencia del hombre fortalece toda la estructura creada para fortalecer al anticristo y sus grandes tentáculos.  Sé bien, hijos Míos, que en el seno de Mi Iglesia no les alertan sobre este hecho ante el cual ustedes deberían mantenerse empapados para que no les tomen por sorpresa, y ustedes en la confusión, acojan lo que no deben acoger y cuando despierten, se encuentren en las redes del mal.

La economía, hijos Míos, domina al hombre y a través de este dominio, el hombre ha aprendido a enaltecer desmedidamente su cuerpo físico y ha aprendido a descuidar su estado espiritual. De esta manera, la mayoría de los seres humanos son ignorantes de Mi Ley, a cabalidad. Mis Mandamientos fueron entregados para todos los tiempos, que no son selectivos, que no pertenecen a ninguna élite. Mis Mandamientos son para todos Mis hijos y no están sujetos a ninguna reestructuración, a ningún cambio, ni a ninguna interpretación.

Sería Yo un falso dios si Los Mandamientos estuvieran sujetos a cambios, a reestructuraciones. Mi Palabra es Una y ante esta Mi Palabra, el mal jamás podrá vencer, siempre y cuando sea respetada.

Amados hijos Míos, ¡cuánto les ha alertado Mi Madre sobre la iluminación de las conciencias! y lo miran dejando pasar de lado tantas advertencias acerca del Aviso. Hijos Míos, no toman consciencia de ello.

¡Cuánta pena Me causa Mi Pueblo! Me acerco, Me acerco tanto que en tanta cercanía les dejaré ante la conciencia de cada uno, solos, para que así cada uno en particular se mire a sí mismo y toda su vida sea mirada, todas sus obras y todos sus actos, pasen ante la conciencia personal, y en ese instante en que la creatura se mirará a sí misma, logren alcanzar lo que han perdido mediante el pecado.

Hijos Míos, ¡conviértanse, arrepiéntanse antes de ese instante!, no porque no mirarán las ofensas que han cometido contra Nuestra Divinidad, sino porque así el dolor será menor, cuando los pecados han sido motivo de reconciliación conmigo luego de un sincero y verdadero arrepentimiento y un firme propósito de enmienda.

Recuerden, hijos Míos, que Yo les llamo pero no sólo para evaluar sus muestras de religiosidad ante Mí, sino para mirar las obras y los actos, los frutos que cada uno Me  presentará. Hijos Míos, Pueblo Mío, en ese instante las obras y los actos son los frutos que van a pesar más en la balanza de la Justicia Divina, pero estos frutos deben nacer del Amor, de la vivencia, de la entrega y de la obediencia a vivir en la Voluntad de Nuestra Trinidad. Y es que quien vive en la Voluntad de Nuestra Trinidad, no se rebela, no se niega a amar al hermano como a sí mismo y no antepone sus deseos y caprichos personales cuando les llamo a obedecer. No se guarden el Amor para sí mismos sino primero amen a Nuestra Trinidad, amen al hermano, y no obren ni actúen en contra del Don de la Vida.