Sta Faustina y el Purgatorio

Mi Ángel de la Guarda me dijo que lo siguiera.  En un momento me encontré en un

lugar nebuloso, lleno de fuego y había allí una multitud de almas sufrientes. Estas

almas estaban orando con gran fervor, pero sin eficacia para ellas mismas, solo

nosotros podemos ayudarlas.  Las llamas que las quemaban, a mi no me tocaban.

 Mi Ángel de la Guarda no me abandonó ni por un solo momento.  Pregunté a estas

 almas ¿Cuál era su mayor tormento?  Y me contestaron unánimemente que su

mayor tormento era la añoranza de Dios, Vi a la Madre de Dios que visitaba a las

almas en el Purgatorio, Las almas llaman a Maria “La Estrella del Mar”.  Ella les

trae alivio.  Deseaba hablar más con ellas, sin embargo mi Ángel de la Guarda me

 hizo seña de salir.  Salimos de esa cárcel de sufrimiento.   [Oí una voz interior que

me dijo:  


Mi misericordia no lo desea, pero la justicia lo exige.