Aplaudir en la iglesia: esto dijo un Papa

Esto dijo Juan XXIII



















 Era el cuarto domingo de Adviento, y el Papa Bueno 


visitaba Ostia, el puerto de Roma. El pueblo le recibió con 
entusiasmo, gritando y aplaudiendo en el templo. Con caridad 
y simpatía, esto fue lo que improvisó entonces el hoy flamante 
santo: «Estoy muy contento de haber llegado hasta aquí. Pero, 
si puedo expresar un deseo, os pido que en la iglesia no gritéis 
ni aplaudáis, y ni siquiera saludéis al Papa, porque Templum Dei, 
templum Dei [El templo de Dios es el templo de Dios]. Así que,
 si vosotros estáis contentos de encontraros aquí, en esta hermosa 
iglesia, ¡imaginaos si no está contento el Papa de ver a sus hijos! 
Pero, incluso recién llegado para ver a sus hijos, ni siquiera les da 
una palmadita en la cara. ¡Y quien está ante vosotros es el sucesor 
de San Pedro!»