Orad por mis hijos amados los sacerdotes



Siervos amados, Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote os pide que oréis por mis cristos en la tierra.

Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote os pide que reparéis por sus pecados y debilidades, cerrad vuestros labios a la censura y a la crítica, y escuchad mi lamento divino en este día, venid a mi nuevo Getsemaní, postraos frente a mi presencia eucarística y pedid por todos los sacerdotes del mundo entero. 

Reparad por todos aquellos hijos Míos, porción amada de mi divino Corazón, que no han respondido con una vida de santidad a mi llamado divino.
Haced sacrificios y penitencias por ellos, entro en agonía profunda por los pecados y debilidades de mis sacerdotes

Orad por ellos, sus manos deben estar perfumadas de óleo bendito, sus corazones deben permanecer puros, diáfanos y cristalinos como el agua; sus conciencias deben estar irradiadas de mi luz, sus miradas deben estar fijas en el cielo, en la vida que no tiene fin.

En mi Sagrario y en mi nuevo Getsemaní orad por mis hijos amados los sacerdotes, mi sangre preciosa les bañará, les purificará; mi sangre preciosa les embriagará de amor y en ansias de poseer el cielo.