Soy el Jesús Sanador

Jesús a Agustín del Divino Corazón: 


Ausculto vuestro corazón, vuestro corazón herido, vuestro corazón maltratado, vuestro corazón solitario.

Ausculto vuestro corazón fraccionado, vuestro corazón dividido. Lo tomo con tanta ternura en mis manos perforadas por los clavos de la cruz y lo acerco a mi Divino Corazón para sanároslo, lo acerco a mi Divino Corazón para restaurároslo, lo acerco a mi Divino Corazón para ungirlo con el bálsamo de mi sanación. Tomo vuestro corazón lacerado y estrechándolo a mi Divino corazón sano vuestras heridas, restauro parte a parte de vuestro corazón.


Como soy el Jesús sanador: sano vuestro corazón, os devuelvo la alegría perdida, os devuelvo lozanía y hermosura, os lo hago florecer porque estaba marchito, estaba mustio, lúgubre; lúgubre porque la tristeza os consumía, lúgubre porque divagabais en vuestro silencio y hoy os lo restauro, hoy os devuelvo esperanza porque soy vuestra esperanza; cuando ya todo esté perdido venid hacia Mí que os daré esa luz verde, esa luz que os motiva a adheriros a Mí, esa luz esperanzadora que os llama a que os fundáis en Mí. No naufraguéis más en vuestro dolor, no naufraguéis más en vuestra soledad, no naufraguéis más en vuestro desasimiento. Yo soy vuestra compañía, Yo soy voz de consuelo, tomad cada palabra como ungüento sanador y liberador porque os quiero sanados, regenerados.

Como Soy Bondadoso hasta el extremo, quiero que seáis feliz, soy vuestra felicidad, soy vuestro estandarte, soy vuestro apoyo; si en vuestro hogar no hay diálogo, hablad conmigo que Yo sí os escucho; si en vuestro mundo exterior hay rechazo venid a Mí que Yo os abrazaré, os estrecharé en mi Pecho Santo y os entenderé porque sé de
vuestra debilidad, porque sé de vuestra pequeñez, porque miro en vuestro corazón y encuentro inocencia, encuentro candidez, encuentro reposo, porque a pesar de vuestra particularidad en vuestro actuar, os acepto tal y como sois; el mundo os ha golpeado, el mundo os ha relegado, el mundo os ha arrinconado, el mundo os ha desechado porque para ellos sois menos, porque para ellos contáis muy poco, pero para Mí sois el todo, para Mí sois prendas amadas de mi Sacratísimo Corazón.

Allí afuera hay frío, allí afuera hay hambre espiritual, allí afuera hay ansiedad, depresión, miedo, temores. En la llaga de mi Divino Costado llegaréis a mi Corazón y encontraréis mullidos pastizales para que descanséis en él, encontraréis todo lo que allí en el mundo se os ha negado. Yo os lo daré todo porque soy mendigo del amor. Yo os miraré con ternura infinita, Yo no os censuraré, no os reprocharé nada, tan sólo os diré: venid a mí todos los que estéis agobiados, cansados y tristes que Yo os aliviaré.

Ya no sois flores marchitas, sois rosas siempre vivas porque os he rociado agua viva, agua viva que os revitalizará, agua viva que os hará lozanos y frondosos. No tengáis secretos para mí, contádmelo todo, que lloraré cuando estéis tristes, mi Corazón se tornará melancólico cuando estéis angustiados, mi Corazón se tornará fatigado cuando ya os sintáis cansados.

Os digo todo esto para que os hartéis del mundo y deseéis con vehemencia el cielo, os digo todo esto porque el mundo os ha tratado con crueldad, el mundo ha sido yugo tiranizador para vosotros. Yo tan sólo os quiero enredar en los cordeles dorados de mi amor para daros todas mis riquezas, para daros todos mis parabienes espirituales, porque os quiero hacer ricos, os quiero hacer doncellas y

príncipes con derecho en mi Reino, doncellas y príncipes con derecho de fortuna, doncellas y príncipes con derecho de mando sobre todos los seres que he puesto sobre la tierra.

Basta que me digáis: estoy cansado, no puedo más. Os escucharé atentamente e iré prontamente a daros consuelo, a daros alivio en vuestro dolor, iré prontamente a sanar vuestro corazón y a curarlo con mis besos.