Volvería a morir por esas almas

28  JULIO 2015


Aleluya, Aleluya, el Señor resucitó. Yo, Jesús, os hablo.

Sí hijos, sí, Mi Resurrección fue un gozo inmenso en el Cielo, donde Mis Ángeles cantaban por miríadas y en varias voces el Aleluya. Porque la Redención venció al pecado, a Satanás y abrió las puertas del Cielo. Pero Yo quiero volver a resucitar en las almas que vagan por el mundo muertas espiritualmente, y que no pueden revivir si no es con Mi gracia y Mi amor. Yo, Jesús, os hablo.

Que doloroso es para vosotros ver a vuestros hijos heridos y maltrechos por el pecado, y desearíais cualquier cosa por sacarlos de esa situación. Pues a Mí hijos Me pasa lo mismo. Volvería a morir por dar la vida de la gracia a esas almas que son multitudes y que están muertas espiritualmente, sin ilusiones, ni perspectivas, que viven por vivir, que han perdido la esperanza y son como cadáveres vivientes. Yo, Jesús, os hablo.

Sin embargo,  no es necesario hijos que Yo vuelva a morir, porque ya Me preocupé de dejaros buenas armas y medicación para que el alma reviviera. Ahí tenéis el Sacramento de la Confesión que a tantas almas ha regenerado. Ahí tenéis Mi Sacrificio Eucarístico que asistiendo y oyéndolo en las debidas disposiciones tantas gracias os da. Tenéis a Mi Santa Madre que os espera impaciente para que le pidáis la reconversión y la ayuda maternal que solo Ella os puede dar. Y todo lo que el Magisterio de la Iglesia os ha dejado para la vida del alma y el crecimiento en la santidad. No desaprovechéis tanto como tenéis y pedid ayuda a vuestro Ángel Custodio, para que él  os guíe  a saber encontrar el verdadero camino de salvación que a cada uno le hace falta. Yo, Jesús, os hablo.


No os rindáis ante la conciencia que tenéis de pecado, más bien poned remedio para salir de él, y cuantas veces caigáis, cuantas veces que os tenéis que levantar. Hijos, que Mi Preciosísima Sangre no se pierda en vosotros y que os sirva de regeneración para la agonía que estáis padeciendo en vuestra alma. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.