No Me escucháis si no es por manifestaciones extraordinarias

Jesús a Marga, Madrid

Manifestaciones extraordinarias: Es el camino que Yo empleo para esta Hora, donde casi nadie me escucha ya. Manifestaciones extraordinarias, porque las ordinarias no las atienden. ¡No me escucháis! No me escucháis ya.
Os hablo a través de los libros, de las buenas lecturas que nadie compra. Os hablo a través de la Biblia, la Palabra de Dios que nadie lee. Os hablo a través de la Eucaristía que (casi) nadie recibe en Gracia. Os hablo a través de la oración, que nadie hace. Os hablo a través del silencio, que nadie emplea, a través de la pobreza y las privaciones voluntarias, que nadie busca.
 
Y finalmente os hablo a través de mi Madre, a quien ya nadie acude. ¡¡¿Cómo podréis escucharme?!! ¿Cómo podréis escucharme, oh, cruel generación que matáis a los profetas? Os envío profetas. Os envío el Don de profecía, que prolifera en estos Días y al cual no hacéis caso y al cuál perseguís hasta dar muerte.
Os envío mi Espíritu en gran profusión a través de mi Eucaristía, en las Adoraciones, en los Sagrarios. ¿Cuántos acudís? ¿Cuántos acudís a recibirlo?
Me comunico a vosotros en vuestras comuniones, cuerpos a los que he de entrar con repugnancia, plagados como se encuentran de pecados. Aun así os hablo, ¿cuántos me escucháis?
Os hablo a través del remordimiento de vuestra vida pasada y de vuestra vida actual de pecado, ¡oh, cuántos me escucháis!
Aun así os digo Palabras de Amor, Palabras de Cariño…de las que huís con miedo. Os asusto. Os asusta mi Amor. ¡¿Por qué?! Decidme, ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Por qué os asusta mi Amor, el Amor de Yo, que Soy Dios… ¿por qué? Es un Amor Infinito. ¿Por qué tener miedo? Borrará todas tus culpas, si te arrepientes con corazón sincero. Ven a Mí.

¡Venid a Mí y lo experimentaréis! Arrepentíos por un solo segundo. ¡Jugad a eso si queréis! ¡Probad a arrepentíos una vez por un solo segundo! Veréis a mi Espíritu descender sobre vosotros y arrebataros en su Amor mostrándoos su Belleza, de la que ya no podréis huir, no podréis huir más, porque os habrá cautivado.

No queréis. Decidme, ¿por qué no queréis? No queréis cambiar de vida. Es eso. Pero, ¿por qué? ¿No veis cómo vuestra vida actual sólo os trae sufrimientos? ¿No queréis sufrir en esta hora actual con los santos?
¡Oh…! ¡Se acaba, se acaba el tiempo de salvación! ¡Ya no quieren ser salvados! ¡Los hombres no quieren ser salvados! Ya no.

¡Padre! ¡Padre! ¡Adelanta esta Hora! ¡Adelántala, pues los hombres ya no quieren ser salvados! Míralos, ¡no se cogen a mi Mano! No quieren… Caen en el abismo ¡¿Para qué me sacrifiqué?! ¡¡Para qué mi Sacrificio!!