Prestad atención a las palabras de los profetas

Los Profetas anuncian y denuncian 

Mayo 29/08 a Agustín del Divino Corazón, Manizales, Colombia

Jesús dice:
Prestad atención a las palabras de los profetas “porque no traen su origen las profecías de la voluntad de los hombres, sino que los varones santos de Dios hablaron, siendo inspirados del Espíritu Santo” (2 Pedro 1,21).


Abrid bien vuestros oídos porque es un llamado urgente que os hago a toda la humanidad que volváis a Dios, que os 
salgáis de las cunetas de pecado en que os encontráis, que no seáis tan duros de corazón a las palabras de mi Madre, que no sea vuestra razón el tropiezo a mis mensajes, que sí son bien acogidos por las almas sencillas porque tienen el corazón como de un niño.

¿Por qué queréis callarme? Yo, que fui quien os creó ¿Por qué os cuesta tanto escuchar a mis profetas?

Os digo que acojáis lo bueno y desechéis lo malo.


Los profetas son instrumentos de Dios para cumplir con una misión especial.

Los profetas son la voz de Dios que vienen a anunciar y a denunciar, vienen a recordaros todo lo que ya se ha dicho. Vienen a instaros a una conversión de corazón, vienen a llamaros a una vida de santidad.

Los profetas son la piedra en el zapato para los corazones soberbios; soberbios porque no se ajustan a sus pensamientos, a su estilo de vida.

Los profetas son la piedra en el zapato para los impíos porque su voz es como espada de doble filo que los hiere, porque temen ser descubiertos en su mal proceder, temen que sus grandes imperios construidos a base de mentiras caigan como castillos de arena, en el fondo de sus corazones sólo los invade el miedo terrible a la derrota, derrota segura porque el bien siempre prevalecerá sobre el mal.


Los profetas son la piedra en el zapato para los hombres que han creado sus leyes, leyes contrarias a Dios.

Ellos, los profetas, asistidos por la fuerza del Espíritu Santo hablan a viva voz que las leyes de Dios son para cumplirlas y no para ajustarlas según el pensamiento de algunos hombres mezquinos.


Los profetas son la piedra en el zapato para las conciencias sucias porque se convierten en un estorbo en un tropiezo, porque hablan con claridad, porque de sus labios brota el aliento de Dios, el eco de su voz, voz que interpela, voz que cuestiona. Voz que molesta a muchos porque sus palabras no van en armonía a su estilo de vida, a su manera de pensar.page79image16088 page79image16248 page79image16408 page79image16568
Hay quienes los quieren silenciar porque en el corazón de los profetas florece la Sabiduría Divina, la inteligencia y la verdad.

Pero Yo les digo:¡Ay de quienes se atrevan a hacerles daño! Porque el daño que a ellos hagan me lo hacen a Mí.