La Duma demanda la restitución de Santa Sofía a los cristianos


Estambúl, © AP Photo / Emrah Gurel
Me entero hoy de la noticia. La atribuí inicialmente a una bravata del día de San Andrés, patrono y cabeza de la Iglesia Ortodoxa y también, por ejemplo, de Rusia, Rumania, Grecia o Ucrania. Una festividad a la que podríamos añadir el condimento de las…¿tensas? relaciones entre Rusia y Turquía a raíz del derribo, el día 24 de noviembre,  del «Su-24» ruso por parte de los turcos.
Pero parece que no, que la moción es ajena a esos acontecimientos según relatóSergey Gavrilov, jefe del Comité de la Duma sobre la Propiedad y coordinador del grupo interparlamentario para la protección de los valores cristianos.
El parlamentario recordó que el 23 de septiembre de 2015 se inauguraba en Moscú la Gran Mezquita, un «acontecimiento importante que contó con la presencia del presidente de Rusia (Putin), el presidente de la República de Turquía (Tayyip Erdogan), el presidente palestino (Abbas) y numerosas delegaciones de  musulmanes de todo el mundo» y aprovechó para resaltar la importancia del hecho ahora que las relaciones ruso-turcas «están pasando por una prueba de fuego». Y así, como quien no quiere la cosa, contextualiza el deseo de la Duma –Parlamento ruso– como «una medida que ayudaría a Turquía y al Islam a demostrar que la buena voluntad está por encima de la política y que es necesario devolver a los cristianos Santa Sofía»
Con buenas formas considera que «los rusos creen que es posible pensar vivir en una Turquía, en un Estambul, que cuenta con uno de los santuarios más antiguos de la cristiandad, que tiene una historia que involucra a toda la historia de los cristianos. Esperamos que los turcos den ese paso amistoso, el retorno de la Basílica de Santa Sofía de Constantinopla a la Iglesia»
Con la Caída de Constantinopla Santa Sofía fue convertida en Mezquita, en 1935 Ataturk la transformó en un museo. El gobierno de Erdogan ha tratado varias veces, sin éxito, volver a convertirla en mezquita en el proceso de reislamización del país.
Por lo que parece el plan está bien elaborado y Rusia estaría dispuesta a participar financiera y técnicamente, aportando los mejores conservadores y científicos rusos, en las tareas necesarias para la restauración de lo que ahora es un Museo en un templo cristiano.
Así que esto es mucho más que una bravata, puesto que junto a todo lo anterior habría que considerar la situación política y religiosa del momento, que hará entrar en resonancia estas dos esferas, como suele ser normal en las zonas de influencia de la Iglesia Ortodoxa.
Sigue en marcha el Gran Sínodo de 2016, el primero después de 1700 años. Será inevitable que el tema adquiera relieve, por razones teológicas, sentimentales y … político-religiosas, porque de nuevo está en juego el papel de la «Segunda Roma» y de la «Tercera Roma», y dudo mucho que, también, Putin, desprecie esta ocasión.
Tiempos curiosos.