Me siento solo

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Javier Viesca, México. 


Sobre: AcompañadMe más a menudo, Mis pequeños, acompañadMe, porque Me siento solo, eso es lo que más Me duele, Mis pequeños, lo que más Me dolió, durante todo ése tiempo, no solamente de Mi Pasión, sino en Mi Vida Pública.

Hijitos Míos, cuando vosotros Me dedicáis un tiempo, ya sea de oración, de petición. Cuando estáis viendo Mis Dolores, los ataques que tuve durante Mi Vida de Predicación y, especialmente, en el momento de Mi Pasión. Cuando vosotros deseáis y Me pedís el cambio para que todo se mejore. Cuando vosotros os doléis de todo lo que Me hicieron y Me dijeron, todos ésos bellos pensamientos y deseos buenos, llegan a Mí, como un bálsamo que Me alivia Mis Dolores, Mis Penas y todo lo que hice por vosotros. No os imagináis, Mis pequeños, lo que vuestros deseos buenos hacia Mí, pueden lograr.

Es mucho lo que valoro vuestros deseos, porque, en ése momento, os estáis uniendo a Mí, Me estáis acompañando en Mi Vida Pública y sabéis que todo, todo lo que Yo hice en la Tierra, fue por vosotros, fue para recuperar el Reino de los Cielos para vosotros, para abriros las Puertas, nuevamente, del Cielo y para que pudierais recibir todos los regalos que se derraman del Cielo hacia la Tierra, hacia las almas buenas, a las almas que luchan, hacia las almas que sufren por un bien, a las almas que se vuelven otros Cristos y que Me acompañan en todo lo que Yo Viví y Sufrí.

Es mucho Mi Amor sobre vosotros, Mis pequeños y seréis premiados con mucho más Amor cuando lleguéis al Reino de los Cielos, pero, como os dije, el que vosotros Me acompañéis y sufráis Conmigo, aunque sea en poca cantidad lo que Yo Sufrí, para Mí vale mucho, Mis pequeños, y será infinitamente recompensado durante toda la eternidad.

AcompañadMe más a menudo, Mis pequeños, acompañadMe, porque Me siento solo, eso es lo que más Me duele, Mis pequeños, lo que más Me dolió, durante todo ése tiempo, no solamente de Mi Pasión, sino en Mi Vida Pública. Podríais pensar que estaba muy acompañado por Mis Apóstoles, pero no era así, Mis pequeños.

Ciertamente, Me seguían, pero su espiritualidad era muy pequeña y no Me comprendían y uno siente cierto rechazo cuando no es comprendido, por ya tener un nivel mayor de espiritualidad y, esto, muchos de vosotros lo habéis sentido, también, entre vuestros hermanos. Por el hecho de estar más unidos a Mí, sois criticados, hablan mal de vosotros, os ridiculizan y todo, porque Me amáis, porque queréis estar más unidos a Mí, porque buscáis estar ya en los Cielos, a pesar de estar viviendo en la Tierra y de hecho, lo lográis, porque son Gracias especiales que se os conceden cuando Me buscáis y, especialmente, cuando ponéis todo vuestro ser por alcanzarMe y estar más unidos a Mí.

Pero así es el Mundo y en las Escrituras lo podéis leer, si Yo, vuestro Maestro, no fui comprendido, tampoco vosotros, que sois Mis seguidores, Mis alumnos, Mis discípulos, lo seréis, y pasaréis, también, esos dolores, esas burlas, esas soledades, porque no sois comprendidos por el Mundo, pero, ciertamente, al Vivir Yo, en vuestro corazón, os acompaño y os regalo de Mis Delicias y, de esta forma, poco vais necesitando ya al Mundo, porque os vais compenetrando más en Mí y así vais viviendo, en cierta soledad, apartados del Mundo, como Yo lo hacía, para estar con Mi Padre, porque con Él, Me sentía, Yo, comprendido. Ciertamente, Mi Madre, la Siempre Virgen María, Me acompañaba, también, en todo momento, en alma. Era una unión muy especial, Unión Divina y siempre estábaMos unidos y eran Mi soporte durante Mi Predicación y Vida aquí en la Tierra, Mi Padre y Mi Madre, la Siempre Virgen María.

Soportad la prueba, Mis pequeños, soportad los ataques que Yo, primeramente, sufrí. Los ataques del Mundo, sus incomprensiones hacia vosotros, envidias, burlas, maldades, porque Me amáis, porque ya vivís en Mi Corazón y, eso, ellos no lo comprenden. Orad por ellos, como Yo oré por vosotros, pedidMe por su salvación, como Yo pedí por la vuestra, abridles las Puertas del Cielo, al ofrecerMe vuestros dolores y pesares, como Yo abrí las Puertas del Cielo para vosotros.

¿Me vais comprendiendo más ahora, Mis pequeños, Mis Sufrimientos íntimos, porque ya los estáis viviendo también vosotros? Manteneos unidos a Mí, que pronto llegará la unión eterna Conmigo y por todas ésas burlas, incomprensiones, ataques, que tuvisteis en la Tierra, gracias a ellos, tendréis una alegría eterna, inmensa, que ésos, que os atacaron, no van a tener.
Gracias, Mis pequeños.