Escribiendo en el periódico diocesano, el obispo Thomas Tobin de Providence, Rhode Island se quejó de "la falta habitual de reverencia. . . ".
Tobin escribió que había visto y recibido quejas sobre "la forma descuidada e incluso ofensiva con la que la gente se viste mientras asistía a misa".
"Tú sabes de qué estoy hablando; usted lo ha visto también ", escribió.
"Jóvenes casi tendidos en los bancos de las iglesias, con ropa arrugada, shorts muy cortos y chillones, camisas desabrochadas; mujeres maduras con poca ropa que revelan demasiado, ruido de chanclas por el pasillo acompañado del -flap-flap de sandalias; niños con el pelo despeinado y las manos sucias, hiperactivos mascando chicle, comprobando sus iPhones y molestando a todos que están al alcance del oído o la vista.
"Esto revela una incomprensión total del espacio sagrado que existe en el interior de la iglesia cuando entramos en ella y la perspectiva del drama lugar verdaderamente sagrado que ocurrirá durante la celebración.
"Vamos - incluso en el verano, una iglesia es una iglesia, no es una playa o una piscina."
Tobin dijo que cada miembro de la comunidad debe vestirse adecuadamente para la Misa, especialmente los que realizan los ministerios públicos litúrgicos.
El obispo llegó a quejarse de que la gente que viene a misa lleva sus botellas de agua e incluso tazas de café.
"¿Realmente necesitan ser hidratado o tomar cafeína durante esa hora que están en la iglesia? Es un espacio sagrado o una terminal de aeropuerto? "
Él llegó a afirmar que le resulta "inapropiado e irrespetuoso tener una iglesia llena de gente hablando y creando un ambiente bullicioso antes de la Misa, completamente ignorante de la presencia del Santísimo Sacramento y de las necesidades espirituales de algunos feligreses que desean pasar unos momentos de oración en silencio con el Señor ".
El obispo también dijo que está "sorprendido que con frecuencia. . .muchos de los fieles, jóvenes y viejos, simplemente no saben cómo recibir la Santa Comunión adecuadamente ".