5 Errores que se comenten en la Misa

 

1.- Bajar la mirada durante la consagración

La consagración es el momento más importante de la celebración, cuando el Padre repite las palabras que Jesús pronunció en la última cena:
Tomen y coman
Tomen y beban

consagracón

Al decir estas palabras el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.  El sacerdote hace la elevación del pan eucarístico y posteriormente se eleva el cáliz. En la elevación el sacerdote presenta al pueblo el cuerpo y la sangre de Cristo, por lo que, en ese momento nuestra mirada debe estar puesta en Jesús Eucaristía. Si el sacerdote presenta a Jesús Eucaristía al pueblo, es para que lo veamos y lo adoremos, ya que es el mismo Jesucristo presente. En ese momento debemos arrodillarnos y posar nuestra mirada en Él.
Muchas personas acostumbran a quedarse con la mirada baja en señal de oración en ese momento, y no es algo malo, pero lo correcto es estar con nuestra mirada puesta en Jesús, su presencia real.
orante


2.-  Excederse en el signo de la paz.


El signo de la paz inicia después de haber rezado el padre nuestro con la iglesia, posterior a eso el sacerdote preside una oración y recita las siguiente palabras “Que la paz del señor este siempre con todos ustedes”, en ese momento ya estamos iniciando el signo de la paz.
paz

¿En qué momento termina el signo de la paz?
El signo de la paz termina con la fracción del pan (momento en que el sacerdote “introduce en el cáliz un fragmento de la hostia”), y que significa la unidad de los comulgantes en la unidad del Cuerpo de Cristo, en ese momento nuestra mirada, al igual que en la consagración debe estar puesta en el altar.



fraccion pan

Ahora bien, ¿Cómo se debe hacer correctamente?
Muchas personas desconocen esto. El signo de la paz se debe hacer simplemente con la personas que se encuentran a nuestro alrededor, no es necesario saludar a toda la iglesia, o buscar a tus amigos o familiares, se debe hacer con los que estén más cercanos, de lo contrario demoraremos demasiado y nos perderemos la fracción del pan y se pierde el verdadero sentido del signo de la paz. Por citar unos ejemplos, en una boda o quince años, el signo de la paz no es para felicitar a los nuevos esposos o  a la quinceañera.

Para darnos una idea de cuándo termina el signo de la paz, nos podemos guiar por el coro, en el momento en que se empieza a cantar el “cordero”, para ese momento ya ha terminado el signo de la paz y debemos estar pendientes de lo que sucede en el altar.

3.- Evitar distracciones durante la procesión para recibir la comunión.

La Comunión es un momento muy importante dentro de la celebración, por lo que merece mucho respeto al momento de  recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía.
Cuando vamos a comulgar,  formamos filas para poder recibir la Eucaristía, y es frecuente  encontrarnos con personas que conocemos y les hablamos o saludamos . Si vamos a comulgar, debemos estar en oración, dando gracias, no debe importarnos lo que pasa a nuestro alrededor;  debemos siempre estar en silencio, preparándonos para la comunión.
fila

4.-  Evitar ir a orar frente al sagrario después de comulgar.

La Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía; de manera que, al comulgar, entra en nosotros mismos Jesucristo vivo, verdadero Dios y verdadero hombre, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad.
Mucha gente acostumbra arrodillarse frente al sagrario después de recibir a Jesús sacramentado, y esto es algo incorrecto porque en ese momento nosotros mismos somos el sagrario. Lo correcto sería ir a nuestro lugar arrodillarnos y orar con Jesús, al menos por 10 minutos que es el tiempo que tarda en perderse la presencia eucarística en nuestro interior.
sagrario
En el momento de irnos debemos hacer una genuflexión frente al sagrario,  lo mismo que al entrar en la iglesia al pasar por delante del Stmo, y una inclinación de cabeza frente al altar, que representa a Cristo



5.-  Retirarte antes del canto de salida

El saludo y la bendición final son los últimos momentos de la Santa Misa. Aquí el sacerdote, después del saludo, nos da su bendición, con sus ojos y sus manos elevadas hacia el cielo, imitando el gesto de Jesús. Esta bendición se hace invocando a la Santísima Trinidad.
“El sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo diciendo: El Señor esté con ustedes; a lo que el pueblo responde: Y con tu espíritu”. Y si la celebración se inició en el nombre de la Santísima Trinidad y en el signo de la cruz, también en este Nombre y signo va a concluirse: “En seguida el sacerdote añade: la bendición de Dios todopoderoso –haciendo aquí la señal + de la bendición–, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes”. Y todos responden: Amén”.
benmd
Después el sacerdote besa el altar y hace una reverencia hacia la Santísima virgen para luego salir del templo. En ese momento (en que el sacerdote sale del templo) nosotros podemos dar por concluida la eucaristía.
 Es un momento breve y sencillo, pero muy significativo.
Por eso  el coro canta el “canto de salida” para que terminemos la eucaristía y nos despidamos cantando, de lo contrario, si salimos antes de la bendición y el canto de salida, nuestra participación habrá quedado incompleta.