No fue Francisco quien reprendió a los obispos alemanes

Por Sandro Magister 


El encuentro del 20 de noviembre entre los obispos alemanes y el Papa dejó una estela bastante intensa, incluso prescindiendo de la cuestión de los sacerdotes casados.

Como hace casi siempre al término de las visitas "ad limina", tampoco esa vez leyó Francisco el discurso preparado para la ocasión, sino que simplemente les entregó el texto, prefiriendo ocupar el tiempo con una conversación informal. 

Sólo que cuando los obispos alemanes leyeron ese texto dirigido a ellos, lo encontraron tremendamente punitivo.

Eso es verdad. En el texto escrito había una requisitoria implacable contra todos los desastres producidos en estos años por los pastores de la Iglesia en Alemania, los cuales culminaron en una verdadera y auténtica "erosión de la fede católica":



De hecho, el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich y presidente de los obispos alemanes, además de ser miembro del Consejo de los nueve cardenales que ayudan al Papa, dice que le pidió explicaciones de ese discurso a Francisco, y que él le aseguró que no sabía nada de ese texto, ya que ni siquiera lo había leído.

En efecto, no había ni siquiera la sombra del estilo de Bergoglio, ni de su simpatía por el episcopado alemán, en ese texto que parecía más bien salido de la “oficina” de un Benedicto XVI, casi una continuación del memorable reproche dirigido el 25 de setiembre del 2011 en Friburgo a una Iglesia alemana demasiado "satisfecha de sí misma [...] y que se adapta a los criterios del mundo", en lugar de mantenerse fiel "a su llamada a estar abierta a Dios y a abrir el mundo hacia el prójimo":

> "Queridos hermanos en el episcopado y el sacerdocio…"


Volviendo al discurso desconocido por el papa Francisco, al querer justamente asignarle un autor, la imaginación se dirige al cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, connacional y antagonista de larga data del reformista Marx, además de ser poco escuchado custodio, hoy, del dogma y de la disciplina de la Iglesia.