Una vacuna dejó tetrapléjico a mi hijo




Las vacunas son, sin lugar a dudas, uno de los peores retrocesos en Salud que las corporaciones han creado. Cada año, y según cifras del VAERS, la presunta "inmunización" mata decenas de miles de personas. Gracias a estas inyecciones laboratorios criminales han logrado no sólo engordar los bolsillos, sino generar clientes de por vida.

Las vacunas actuales son productos biotecnológicos con virus transgénicos vivos, no es casualidad que Pfizer y Monsanto compartan propietarios. Y por lo general son inefectivas, innecesarias y peligrosas.

Incluso diario "EL MUNDO" conocido como "El Inmundo" que es un fiel defensor de las pandemias falsas, Monsanto y las vacunas, tuvo que reconocer que "varias familias" vivieron "experiencias dramáticas" por culpa de las vacunas. Es el caso de Federico Sánchez, que hoy preside la Asociación de Afectados por las Vacunas, cuyo hijo, "empezó a sufrir convulsiones después de que le administraran la vacuna Infanrix hexa® [una vacuna hexavalente], del laboratorio GSK". Posteriormente, le diagnosticaron encefalopatía. Murió hace ahora un año.

Sánchez estableció una relación directa entre la enfermedad de su hijo y su posterior muerte con la vacuna de GSK (la misma corporación que mató 14 bebés en Argentina haciendo experimentos ilegales de vacunas).

Tras el fallecimiento de su hijo, el padre envió una muestra de la vacuna a un laboratorio estadounidense, donde la analizaron, y concluyeron que "tenía entre un 30 y un 200% más de hidróxido de aluminio de lo que indicaba en la ficha técnica".  Desde entonces, Federico y su esposa cambiaron absolutamente su visión respecto a las vacunas: Su nueva niña de siete meses no revivirá ninguna inyección. "Si tu niño se muere por culpa de una vacuna, ¿cómo voy a vacunar ahora a mi hija? Sería un loco", dijo el padre.

Otra de las tantas historias tétricas sobre victimas de vacunas, es la de Luis Gasco y su familia.

El drama fue similar al padecido por Federico, pero sin desenlace fatal: A los 3 días de suministrarle la vacuna de los 18 meses, su hijo tuvo una reacción autoinmune que le dejó tetrapléjico. Al igual que cientos de miles de otros padres en el mundo Gasco ve una clara conexión entre la vacuna y la enfermedad de su hijo, y con razón, porque el propio diagnóstico que le dieron al niño hace referencia a la vacuna: "encefalitis aguda diseminada post-vacunal".

Enfadado con la industria de vacunas Gasco señaló: "El problema es la mala información que hay, te dicen que como mucho tendrá fiebre, y eso es falso", agregando que  él no es "ningún hippie ecologista" y que, "una vacuna dejó tetrapléjico a mi hijo".

Diego Ignacio Mur
BWN Argentina

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