Jesús: ése es el pecado contra el Espíritu Santo

Mensaje de Jesús (17 de mayo de 2009)  a Marga, Madrid, España (parte del mensaje)

Reza para que no os desesperéis al ver vuestra alma a los ojos de Dios (en el Aviso)
¡Menos mal que existe mi Amor y mi Misericordia! Si no, ninguno podríais resistir.

Yo necesito tu sufrimiento. Gracias, hija, por donármelo para la salvación del mundo.
¿Verdad que tú, aunque te hago sufrir, no dejas de amarme?

¡Oh, Jesús, claro que no! Si no eres Tú quien me hace sufrir, es el corazón de la gente! [Palabras de Marga]

Pues hay muchos que están enfadados conmigo porque las cosas no les han ido bien y no dejan pasar un resquicio de la Gracia.

Tanto enfado conmigo. Tanto enfado con su Dios, y su Dios no puede pasar. Le han cerrado el paso. Ése es el pecado contra el Espíritu Santo (cfr. Mt 12, 31s; Lc 12, 10; Mc 3, 29): la cerrazón ante Dios. Ante lo cual, Yo no puedo hacer nada.

¡Oh, Dios mío! Te hiciste impotente ante nuestra voluntad.
Sí, porque os amo y quiero que vuestro amor hacia Mí sea voluntario.
Existe un pecado que no se puede perdonar, y es el pecado contra el Espíritu Santo.

Por eso es tan grave que no se acepten los Mensajes.
Por eso, es tan grave que, a pesar de notar que lo tuyo (el Libro) viene de Dios, la persona se cierre, y se cierre (…).
No equivoquéis las sendas. Dirigíos a Dios. Tomad contacto con Él. Vuestra vida según sus mandatos. Sólo así seréis felices.
¿Dónde está la causa del desamor, de la tristeza y de la infelicidad de los hombres? La causa está en que no venís a Mí

¡Venid a mí para encontrar Alegría! ¡Venid a Mí para encontrar la Paz! (Cfr. Eclo 24, 29; Mt 11, 28; Jn 7, 37).

Verás cómo la gente cerrada a Dios cada vez está más y más cerrada, hasta que se nieguen a ellos mismos la posibilidad de conversión. Sí, reza por ellos; algunos son “salvables”. Humanamente poco puedes hacer. Le corresponde a Dios, sólo a Dios (…).

[El Señor nos busca. Desea nuestro Amor. Quiere que nos hagamos como niños (aunque seamos personas adultas); que estemos abiertos a su Palabra y llenos de confianza hacia Él. En estos momentos es especialmente importante no cerrar nuestros corazones a su Gracia, que es abundantísima]. 

Mensaje de la Virgen (8 de julio de 2009) (parte del mensaje)

(...)
Ningún sufrimiento ¡ninguno!, ningún “sufrimiento ofrecido” es estéril, ni Yo lo dejo sin recompensa.
(...)
El beso de Judas. Cómo le dolió a Jesús un beso del traidor a su Amor.
Amo, amo, amo a mis criaturas, ¿y qué recibo de ellas? Desamor, desamor.
¿Qué más da si vosotros no sois correspondidos? Lo que importa es la no correspondencia de las almas a Dios, porque se juegan su fidelidad y la vida eterna.

¡Ofrecedme todos vuestros sufrimientos! Que Yo los presentaré e
n la patena de mi Corazón y los uniré al Gran Sacrificio en rescate por todos y así conseguiremos salvar a buena parte de la humanidad.

Además de a mis aguerridos guerreros, Yo necesito a mis Almas Víctimas (…).