Darán muerte a Mi Verdadero Pedro cuando Me defienda

DIOS CON NOSOTROS 25-10-2015 Jesús a un alma escogida


Mi Dios, temerosa de lo que me anuncias vengo a servirte, pues Tú sabes que sólo busca mi alma servirte y hacer Tu Santa Voluntad.
Se ha llenado Mi alma de angustia al escuchar Tus Palabras con las que Me llamaste a escucharte esta noche, PUES REPETIDAS VECES ME DECIAS....
OS MOSTRARE EN QUE ESTADO ME ENCUENTRO, COMO ME HAN DEJADO MIS ENEMIGOS, MIS PREDILECTOS CERRANDO ESTE ASI LLAMADO SINODO DE OBISPOS, EN EL CUAL LOS MALVADOS REUNIDOS SÓLO BUSCABAN MI DESTRUCCIÓN, PROFANAR LA SANTA EUCARISTIA. Dar un Verdadero cumplimiento a la profecía, obispo contra obispo y Cardenal contra Cardenal.

Sigo Tus órdenes, mi Señor, y vengo a servirte disponiendo para Ti mi alma, y todo mi ser, pues es todo lo que tengo para Ti y puedo yo ofrecerte. Sírvete de mí y hágase en mí según tus deseos y Tu Divina Voluntad. Amen.



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Jesús:

Nada turbe vuestro corazón en el cumplimiento de Mis Deseos y de Mi Voluntad, pues 
ante lo que vuestros ojos del cuerpo verán más tarde, quedará grabado en vuestra alma, que buscará amarme más, y consolar, más y más, Mi Corazón, que se hiere por los de Mi Pueblo, por los que dejaron de ser Míos para servir a Mi Adversario, al príncipe de este mundo.

En gran dolor y agonía estoy a causa de los herejes y apostatas que Me traicionan y dejaron de ser Míos, porque muchos de los obispos reunidos en días pasados en el sínodo en Roma fueron Míos, y gozaron de Mi gracia, pero un gran número de ellos dejaron de serlo por ir tras el diablo y la doctrina del mal. Otros, son tibios y su tibieza Me traspasa el Corazón, y no les permite defender Mi Santo Nombre, y se hacen así cómplices de los impostores, que muchos con conciencia de serlo, se infiltraron en Mi Iglesia para, desde adentro, atacarMe y destruirMe como lo están haciendo ahora.

Gran dolor hay en Mi Corazón por estas almas, que muchos de ellos ya están condenados, no por Mí, sino por ellos mismos y por el amo a quienes sirven, al príncipe de las mentiras. Si reclamase Yo sus almas, en estos instantes, no tendrían posibilidades de salvación, e irían al lugar del fuego eterno, porque libremente siguieron el camino que conduce a esa morada, la morada de los condenados, de las almas sin Dios.

Cuánta tiniebla en los hombres, cuánta obscuridad en sus corazones y en sus mentes, que no pueden reconocer al enemigo que está sentado en la Silla de Pedro, y se hace llamar santo padre, obispo de Roma, pero en verdad es un impostor, el lobo vestido con piel de oveja que engaña, con su poder seductor, y hace que los hombres lo bendigan como pastor universal; cuando, en verdad, al rebaño que él guía es el de los hombres necios, que viven sin estar en gracia, y son engañados fácilmente por el enemigo, porque si viviesen en Mi Gracia, y con sus corazones limpios, no caerían fácilmente en las trampas del que se hace llamar santo padre.

Terrible es el daño que hace a Mi Iglesia; pocos reconocen en sus palabras que es un mentiroso e hipócrita, pues hay doblez en sus palabras y en su corazón, y por eso, en su astucia de hablar y de actuar, engaña a tantas almas. Grave error, el de Mi Iglesia, si entran en comunión con él en el Santo Sacrificio de la Misa, pues no puede haber comunión con él, porque no es uno de los Míos; y cuando el sacerdote en el Altar une y ofrece el Santo Sacrificio Redentor de Mi Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, está haciendo que sea reconocido su nombre y su autoridad como cabeza de la Iglesia, cuando, en verdad, no lo es, pues en un servidor del diablo.

Mayor es su herejía, y mayores daños, causará a todo Mi Cuerpo Místico. Si los pastores no se dan cuenta y siguen conmemorando su nombre como guía y cabeza de Mi Iglesia, graves consecuencias traerá para Mi Iglesia; y a los fieles que asisten al Santo Sacrificio Redentor. 

Debéis despertar, pastores Fieles, y serme Fiel sólo a Mí; abrid ya vuestros ojos y reconoced al verdadero Pastor, a Benedicto XVI, a quien han querido ocultar y destituir Mis enemigos, robándole la Silla de Pedro, que aún le pertenece como Cabeza de la Iglesia.

No debéis callar los que sabéis esta verdad, no debéis actuar con tibieza ni pretender ignorar esta realidad, porque Yo, Juez Justo, que todo lo veo, os pediré cuentas de la sangre de vuestros hermanos, que quedaron privados del conocimiento de la verdad por ignorancia y falta de conocimiento de la verdad, la cual a vosotros, por Gracia Mía, os ha sido revelada.

¿Hasta cuándo, pastores de Mi Rebaño, hasta cuándo vais a defender Mi Nombre y dar muestras de valentía y fidelidad? ¿Hasta cuándo vais a actuar para detener la apostasía y no permitir las herejías en Mi Iglesia? ¿Hasta cuándo, pastores de Mi Iglesia, saldréis de la tibieza y la obscuridad?

No desconsoléis más Mi Corazón, que sangra por vosotros y por las almas que os he confiado. Contados están ya los días antes de mi pequeño juicio, y os digo que, en verdad, no resistiréis Mi Presencia, que os permitirá ver el estado en que Me Encuentro a causa vuestra, porque vosotros sois Mi predilección.

Pronto el mundo entero, todas las naciones, escucharán la Voz del Verdadero Pastor, del que habla con la Verdad, del que defiende Mi Nombre y muestra Fidelidad y Amor por su Maestro; y cuando levante su Voz en Defensa Mía, le darán muerte, habiendo salvado por su Valentía a Mi Iglesia Fiel, dando ánimo y ejemplo a Mi Iglesia Verdadera, que será perseguida y sentenciada a muerte, como lo habrá hecho con Pedro, Mi Verdadero Pedro, Vicario el Pontífice de Roma.


Vosotras, almas Fieles, a quienes el Espíritu os ha revelado todas estas cosas de estos últimos tiempos para Mi Iglesia, salid de la falsa iglesia, la que adultera, la que se une al impostor y lo exalta alabando su nombre; huid de la iglesia Falsa que se paganiza y Me traiciona.


Ha llegado la hora, en que mi Iglesia Fiel, la que Me ama y Me da un Verdadero culto, la que ve a Su Señor con los ojos del alma y Me ve crucificado, agonizante y muriendo en la Cruz día a día, en cada Santa Eucaristía, ahora también Me haré visible en la Cruz a los ojos del cuerpo, porque ahí, en un humilde pan, he querido quedarme con vosotros, todo un Dios para con los que me aman. Dios entre vosotros, para sosteneros en estos tiempos, porque Soy Fiel a Mis promesas, y amo a los que Me aman y cumplen Mi Voluntad.

Amadme, contempladme y Adoradme en el pan Eucarístico, Mi Presencia Real con vosotros.

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Mi Señor, no Soy digna de que vengas a Mí, pero una palabra tuya, bastara para sanar mi pobre alma. Solo quiero saber ADORARTE, AMARTE Y CONTENPLARTE COMO TODO UN DIOS EN TAN HUMILDE PAN. Amen