28 de Octubre. La mujer es muy horrible, especialmente su boca, toda hinchada y negra.
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Da la impresión de estar furiosa y amargada; está envuelta en una especie de harapo oscuro.
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29 de Octubre. Por la tarde la encontré en la habitación, sus ojos me persiguen; no podía hablar.
30 de Octubre. Apenas desperté se me apareció. Le dije: "Vete, vete, no me molestes",
pero no le importó. Recité Maitines y se fue. Tengo miedo de encontrarla, me repugna.
Quizás fui muy dura con ella. ¿Dónde está mi amor al prójimo?. Esto me oprime más y
más, en especial porque debo estar con la gente y no puedo pensar ni en mí misma. Estoy
como divida: Una parte con el más allá, como comprometida con ellos; la otra, tengo que
demostrar interés por las cosas [de acá], que de hecho no lo hago. Este "dividirme" me
cansa cada vez más y me siento con menos fuerzas.
31 de Octubre. Una noche tremenda: ella vino dos veces y permaneció bastante. Se
apoyaba en la pared y me miraba como retándome, tenía una aspecto espantoso. No reaccionaba a nada, sin embargo cuando rezaba se ponía tranquila. Su boca esta horriblemente hinchada y roja; su pelo negro y alborotado.
1 de Noviembre. He tenido que luchar media noche con ella, intentaba acercárseme; por
supuesto que para ella no hay impedimentos. La amenacé de no rezar más por ella si continuaba atormentándome y desapareció.
2 de Noviembre. Fue la peor de las noches que he pasado. La figura está hecha una furia;
no sabía como defenderme, me escapé de la habitación. Pero debo soportarlo yo sola, no
quiero despertar a nadie. Me persiguió hasta la sala, pero me devolví. Traté de rezar, pero
muy mal porque estaba tan angustiada por el miedo. Su continuo deseo de acercarse a mí
me angustia, no la soporto. Hay algo demasiado horrendo en ella que no soy capaz de
describir, ni con la mejor voluntad. Estuvo conmigo desde las once hasta las cinco de la
mañana. Tenía mucho miedo.
3 de Noviembre. No vino sino hasta las cinco de la mañana, por eso pude pasar la noche un
poco más tranquila. Inmediatamente me puse a rezar con ella, sin mirarla; de un momento
a otro puso su cabeza junto a la mía y escuché un murmullo sin poder entender. Le dije:
"Si quieres que rece por ti mantente alejada, no puedo soportar tu cercanía". Comenzó a
gritar y desapareció. Ahora me siento muy mal porque ciertamente no estuvo para nada
bien.
4 de Noviembre. Estoy muy contenta; ella ha vuelto y me ha perdonado. Intentó mover sus
horribles labios para hablar, pero no le entendí nada. Le dije: "Si de veras puedo ayudarte
dame una señal y ven a despertarme a las cinco de la tarde, después haré todo lo que pueda
por ti". Luego dormí muy bien. A las cinco en punto escuché un grito, ella me estaba
esperando. He estado tan feliz por esto. Estoy nuevamente dispuesta a soportarlo todo.
"Los Once" estaban de nuevo cerca a la montaña, no siento miedo de ellos.
El caballero se puede ver casi siempre en la Iglesia.
5 de Octubre. Una noche muy difícil. Estaba toda gigantesca y muy inquieta. Le he hecho
muchas preguntas pero no me ha respondido nada. Súbitamente se me lanzó y me
murmuró algo al oído que no pude entender. Cuando le pregunté algo comenzó a llorar de
una manera tal que me partió el corazón: le prometí muchas cosas y se fue.
6 de Octubre. Vino a mi habitación mientras sonaban las campanas para Vísperas. Se
acercó al frasco de agua bendita y allí esperó. La rocié y se fue, pero regresó por la noche.
Ahora está mucho más clara y ya no siento tanto miedo. He notado que renunciando a mi voluntad puedo ayudarla. Este día se ha portado más amable, ahora está más atenta a todo.
7 de Noviembre. La desconocida se me acercó y me susurró algo al oído pero
desafortunadamente no pude entender nada. Ahora puedo ver su vestido: sus trajes de
jinete son de finales del siglo XVI. He perdido aquella tremenda angustia. No sé cómo es
que puedo darme cuenta de cuándo un espíritu se me acerca. Incluso, al despertar en la
oscuridad y sin escuchar el más mínimo ruido, sé con certeza que ya no estoy sola. Hasta
ahora no me he equivocado.
8 de Noviembre. Se quedó toda la noche conmigo, absolutamente tranquila. Inventé una
oración que ciertamente iba muy bien con ella. Sus ojos se han vuelto más simpáticos. No me atrevo aún a retomar el sueño en su presencia.
11 de Noviembre. El caballero asistió a toda la Misa dominical. Es ya el segundo
domingo, ¿Tendrá algo que ver con la reliquia de la S. Cruz?. Ella vino durante el día.
Vi de nuevo a "Los Once".
13 de Noviembre. Catalina estuvo conmigo largo rato. Comencé distintas oraciones para
ver cuál de ellas le agradaba. Pero continuaba sacudiendo la cabeza, hasta que empecé la
oración que le había agradado la vez pasada. Se arrodilló junto a mí, despertándome una
sensación bien particular, porque fue la primera vez que un alma hace eso. Entonces le
pregunté: "¿Viviste en este castillo?". Ella: "Sí". Yo: "¿Estás sepultada aquí?". Ella:
"¡No!". A las demás preguntas se mantuvo en silencio.
15 de Octubre. Ella estuvo aquí bastante tiempo sin hablar. Si no tuviese la boca así de horrible no me impresionaría tanto. Espero que se vuelva un poco más comunicativa.
He visto a "Los Once" y al caballero.
Vi por segunda vez en el jardín al viejo Henrique, tiene un aspecto que da miedo. Cómo hacer para ayudar a tantos!?
Vivía provocando divisiones entre la gente
Vi por segunda vez en el jardín al viejo Henrique, tiene un aspecto que da miedo. Cómo hacer para ayudar a tantos!?
Vivía provocando divisiones entre la gente
En el día, mientras estaba con algunas personas, se me apareció Catalina que me hizo una
señal con la mano de seguirla, pero no pude hacerlo. El hecho de haber visto tantas cosas
me alegró, porque durante la S. Misa le había rogado al buen Dios mandarme mucho en
este día, si este servicio le era agradable. Hoy se ven tranquilas. ¡Este fue el mejor regalo
para el día de mi onomástico!
16 de Noviembre. Catalina vino a la una de la madrugada. Recé bastante con ella y luego
le pregunté: "¿Puedes decirme qué tienes en la boca?". Ella: "¿Ves esto?". Yo: "Sí, pero
dime, ¿Por qué sufres de semejante manera en tu boca?". Ella: "¡Yo siempre provoqué
divisiones entre la gente!". Entonces empezó a llorar desesperadamente. Yo: "¡Me causas
tanta pena!, ¿Debes sufrir mucho todavía?". Ella: "¡Tengo!". Yo: "¿Te ayudo cuando
vienes a mí?". Ella: "¡Sí!". Yo: "¿Y cómo?". Ella: "¡Paz!". Yo: "¡Explícate mejor!". Ella:
"¡Tú me das paz!". Yo: "¿Pero cómo puedo hacerlo?". Al instante se me acercó y me
susurró algo al oído, que no pude entender, y desapareció. Extraño, cómo se pasa de rápido
el tiempo con las pobres almas!, cuando ella llegó el reloj marcaba la una, y se fue a las
4:30. Creí que sólo había estado aquí poco más de media hora. Estaba bien vestida y tenía
una cadena de oro; si pudiese describirla: no es tan vieja, quizás 40 años. Espero que venga de nuevo, ahora que se ve más simpática.
17 de Noviembre. Ahora viene a verme en otras habitaciones. Se me ha presentado nueve veces.
19 de Noviembre. Dos días continuos de paz. Estoy más desahogada.
20 de Noviembre. Catalina se estuvo casi toda la noche aquí conmigo, siempre tranquila;
permanece así sólo en esta habitación Henrique también vino, tiene un aspecto horrendo,
lo reconozco muy bien. No tiene paz, y suspira con mucha angustia. Le pregunté a
Catalina: "¿Ves a la pobre alma que está aquí contigo?". Ella: "No". Yo: "¿Y por qué
no?". Ella: “Porque estoy unida sólo a ti". Y añadió otras cosas más que no entendí. Yo:
"¿Vendrás a verme con frecuencia?". Ella: "Si puedo". Yo: "¿Quién te lo permite?". Ella:
"¡La Misericordia!". Luego desapareció
Después de la comida vi al caballero en la Iglesia. Me acerqué a él para preguntarle algo,
pero no se mueve, sigue rezando. He tocado su armadura, es dura. No es viejo, tiene cabello largo y rubio.
21 de Noviembre. Henrique estuvo aquí bastante tiempo y me mira como irritado.
Empieza a lamentarse. La oración lo pone más inquieto, diría que casi furioso. Catalina
vino por la mañana, me alegré mucho de no estar más a solas con Henrique. Ella comenzó
la oración por sí sola, tan agradable, me conmovió tanto que tuve que llorar. Me siento tan
arrepentida de seguir pensando en mí misma. Henrique permanecía allí de pie. La
diferencia entre los dos es tan grande, como el día y la noche, como la ira y la dulzura.
Catalina está totalmente cambiada. Le pregunté: "¿Ahora estás mejor?". Ella: "¡Veo la
luz!". Yo: "¿Entonces puedo dedicarme por completo a las otras almas?". Ella: "¡No me
abandones todavía!". Luego desaparecieron los dos. Si pudiese recuperarme para
ayudarles más! Sí, podría ayunar más aún, pero entonces no podría satisfacer a los demás;
ya no tengo tanta fuerza para ocultar durante el día aquello que sufro por la noche.
Catalina murió en 1680
Estuvieron nuevamente ambos aquí. Henrique siente repugnancia a la oración, lo
demuestra en la cara. He notado un cambio en la boca de Catalina, a veces sonríe. Le
pregunté: "¿Cuándo moriste?". Ella: "Hornung 1680". Yo: "¿Dónde estás sepultada?".
Ella: "En Kempten*".
*Kempten es la capital de Alligiiu, conocida sobretodo por la Basílica de San Lorenzo y
el castillo principesco, construido por el famoso arquitecto de la época barroca, Michael Beer de Voralberg.
Yo: "¿Por qué tu alma está aquí?". Ella: "¡Aquí provoqué discordia!". Yo: "¿Conoces quizás a Bárbara?". Ella: "Sí". Yo: "¡Por favor, cuéntame un poco más!", pero desapareció. Henrique debe poder verla, porque mientras ella hablaba se le acercó.
24 de Noviembre. Ambos se estuvieron bastante tiempo aquí, pero nada que ver con ellos.
Me pongo contenta cuando me acompaña Catalina, estando Henrique, porque entonces la situación se me hace menos terrible.
25 de Noviembre. Sólo estuvo Henrique. Estaba tan violento que pensé que iba a terminar
por caer en el baño. Le dije: "¿Tienes algo qué decirme?". Se enfureció y se fue. Volvió y comenzó a suspirar terriblemente. Fue algo realmente difícil de soportar.
26 de Noviembre. Nuevamente los dos. Le dije a Catalina: "Pensé que tu patrona, de quien
llevas el nombre, te había liberado, ¿Por qué no viniste ayer?". Ella respondio: "¡Catalina
de Siena!", y lo dijo tan rápido que casi me echo a reir.
30 de Noviembre. Catalina ya me esperaba en la habitación cuando me dirigía a dormir.
Recité Vísperas con ella. Le dije: "¿Por qué has estado tanto tiempo sin venir?". Ella: "¡Yo
estaba cerca de tí!". Yo: "¿Por qué no te he visto?". Ella: "Me has dado mucho, mira
aquí", y me señaló su boca, de la que había desaparecido todo aquel horror. ¡No puedo
describir cuánto gozo sentí!. Yo: "¡Ahora no tienes que sufrir tanto!". Ella: "¡No!". Yo:
"Dime, ¿Cuándo te ayudo más?". Ella: "¡Cuando no pecas!". Yo: "¡Desgraciadamente
todavía no soy capaz!". Me susurró algo al oído que no pude entender!, tal vez una palabra
como: "unión" o "buena intención". Luego desapareció. Vivir sin pecado alguno. ¡Oh si
lo consiguiese!. A veces me enojo mucho dentro de mí. Soy también mentirosa porque no
muestro a los demás lo que realmente siento dentro de mí.
7 de Diciembre. Mi querida Catalina se quedó bastante tiempo. Yo: "Pero dime, ¿Por qué
debes permanecer tanto tiempo en el Purgatorio?, haz hecho muchísimo mal con la
lengua?". Ella: "¡Sí, sin confesarme, sin arrepentirme!". Yo: "¿Pero entonces cómo te
salvaste?". Ella: "¡Limosna!". Yo: "¿Por qué moriste sin sacramentos?". Ella:
"¡Ahogada!". Yo: "¿Qué puede hacer aún por ti?". Me susurró nuevamente algo al oído:
"Participación en el Cuerpo de Cristo", pero no puedo afirmarlo con seguridad, sólo entendí
de seguro: "Participación... de Cristo", luego se fue. Inmediatamente después llegó
Henrique, igual que la última vez. Me parece que hago tan poco por él, siempre se divide,
y lo poco que ofrezco no basta para los dos. Me he dado cuenta que no me asusto más; si
pasa algo, puedo ver incluso en la oscuridad; sin embargo la luz es más cómoda para mí.
16 de Diciembre. Escuché nuevamente aquel mismo ruido en la ventana, pero no vi nada.
Catalina se quedó un buen rato; mientras recitaba las oraciones que le eran tan queridas, se
arrodilló, luego dijo: "¡Te lo agradezco!". Yo: "Te ves totalmente distinta, ¿No debes
expiar más?". Ella: "¡Empieza el gozo para mí!". Yo: "¿No vendrás más?". Ella: "No".
Luego se me acercó y me dijo algo que no entendí, como en un idioma distinto.
Desapareció. Estoy casi triste porque no volveré a verla nunca más. Ella era una defensa
para mí porque tengo tanto miedo del monstruo de la ventana; aquello es algo
completamente distinto de cuanto he visto hasta ahora. Le pregunté más cosas; escribo sólo
aquello de lo obtengo respuesta.