Parroquias: garantizar el acceso a la gracia


No sé los demás, pero con el paso del tiempo uno va desprendiéndose de muchas adherencias y acaba con un esquema vital de lo más simple.Me pasa en mi vida pastoral. Miren que servidor ha hecho de casi todo y que he tenido que tocar mil palillos. Encuentros, convivencias, reflexiones, teatros, asambleas, idas, venidas, manifiestos, dinámicas. De todo.
Bien. Hoy pienso en mi vida sacerdotal y en el trabajo parroquial y me parece que si no garantizamos lo esencial, el resto no dejan de ser florituras inútiles.
PRINCIPIO FUNDAMENTAL: la vida cristiana, la santidad, el cielo, se hacen imposibles sin la gracia.  Claro como el agua clara.
PRIMERA CONSECUENCIA: No hay tarea de mayor importancia ni de más calado que garantizar el acceso de los fieles a la vida de la gracia.
SEGUNDA CONSECUENCIA. Del catecismo: Los medios principales para alcanzar la gracia santificante son: la oración y los sacramentos.
CONCLUSIÓN: Si no somos capaces de garantizar en la parroquia el acceso de los fieles a la oración y los sacramentos, podemos cerrar el kiosko mañana. No. Mejor ahora mismo.

Nos hemos pensado, o yo al menos me lo he pensado, que lo importante era tener movimiento en las parroquias. Parroquias con diecisiete grupos de adultos, siete de jóvenes, niños, ancianos, club social, centro de mayores, manualidades, equipo de liturgia, matrimonios, Cáritas, coro parroquial, consejos de pastoral y economía. Genial, pero no basta. Para saber si la parroquia está ofreciendo lo que debe, hay que hacerse otras preguntas.
Por ejemplo, plantearse si toda esa gente que tenemos en grupos ha aprendido a rezar y lo hace de forma habitual cada día, de manera que la oración haya comenzado a formar parte integrante de su vida de fe. Por ejemplo, si nuestros fieles tienen la costumbre de acercarse periódicamente al sacramento de la reconciliación. Por ejemplo, si vienen a misa los domingos, durante el curso y en verano, en febrero y en agosto, y si han comenzado a valorar la misa diaria. Porque es que si no, tendremos movimiento, agitación, pero nada más. Es como la persona que para limpiar el polvo coloca un ventilador: lo mueve, pero vuelve a caer.
Los grupos son un medio que lo mismo sirven para fomentar la oración, la vida sacramental y la comunión eclesial, que para enrocarse en la disidencia, la cómoda new age y el hagamos lo que nos parezca. Un grupo funciona cuando uno puede observar que sus integrantes se forman, leen, rezan, se confiesan y van a misa.
En una parroquia medianamente viva se confiesa, se reza, se celebran los sacramentos, los enfermos son atendidos, hay una acogida constante en el despacho.
Oiga… ¿se va a olvidar usted de los pobres? En absoluto. Todo fiel cristiano que reza y celebra los sacramentos, es un fiel cristiano que atiende a los pobres. SEGURO. Sin embargo, no todo aquel que ayuda a los pobres reza y celebra su fe. Cosas.