veritas et vita
30 junio, 2016
Francisco bendiciendo hojas de coca
Según reporta el New York Times, el Papa Francisco ha dicho que la Iglesia debe pedir perdónpor el modo en que han tratado a las mujeres, a los gays, o por bendecir muchas armas (véase aquí).
¿Qué quiere decir? No puede referirse a la doctrina de los Evangelios y de la tradición pues el Papa está para servirla y no para que ésta sirva al Papa.
Eso sí, veleidades desafortunadas, de fieles, curas, obispos o incluso papas, haberlas, puede haberlas.
El problema está en que si la Iglesia debe de pedir perdón todos los días por lo que haya podido hacer cualquiera de sus miles de obispos, sus cientos de miles de sacerdotes, o sus más de mil millones y medio de fieles en el mundo, todo ello multiplicado por dos mil años de existencia, la lista puede ser especialmente larga.
De hecho, podría pedir perdón por sacerdotes o fieles comunistas o fascistas, agresivos o indolentes, tacaños o derrochadores, frívolos o tristes, intolerantes o tibios… Cualquier cosa cabe en el saco.
Al final, uno se pregunta si tanto pedir perdón obedece a una reflexión sincera, fundamentada, o a uno de los innumerables guiños a lo políticamente correcto, ergo, a la mentalidad progresista-izquierdista reinante.
Al final, la deslegitimación moral de la Iglesia ante los ojos de todo el mundo está clara. Es un saco de males al que sólo se le perdona la vida si obedece al progresismo reinante.
Pedir perdón está bien. Caer en trampas, no. Participar de ellas, menos.