L´Osservatore Romano argentino, protestante

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(...)Francisco, que quiere que su voz llegue oficial, completa e íntegra a la Argentina, ha dispuesto que L´Osservatore Romano (versión para Argentina) tenga un proyecto editorial coordinado por el biblista y teólogo protestante Marcelo Figueroa, en una “ratificación del carácter ecuménico” que el papa Francisco imprime a su pontificado como un eje central, agregaron las “fuentes” que informaron al corresponsal de Télam en Roma”.
¡Era lo que faltaba: un conocido protestante (que desde siempre fuera íntimo amigo de Bergoglio), responsable de la línea editorial del periódico ahora declarado oficial de la Santa Sede que se destina al lector argentino!
Esto es propiamente aberrante: La voz del Vicario de Cristo se hará oír en nuestro país por intermedio de un seguidor de Lutero, que protestó contra la autoridad de Roma y dinamitó la unidad católica.
Sería más inofensivo hablar de un periodista protestante, de un diplomático protestante o de un protestante de cualquier profesión. ¡Pero un “teólogo” y un “biblista”! ¡Fue precisamente en el marco de esas disciplinas en las que el inspirador de Marcelo Figueroa rompió con la Revelación, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia!
Biblia-diálogo-vigente
Marcelo Figueroa es un evangélico practicante que conoció a Jorge Bergoglio y al rabino Abraham Skorka hace diez años cuando los tres participaban de actividades interreligiosas. Desde el 2010 hasta la fecha grabaron 29 programas para el Canal 21
Vocero o no vocero, Marcelo Figueroa declaraba el pasado 10 de junio a La Nación, después de un encuentro (uno más…) con Francisco en Roma: “Figueroa opinó que “escuchándolo a él [por el Papa], leyendo sus documentos, se puede percibir la influencia” que está teniendo su mensaje evangélico. “Hay que poner en un contexto adecuado, prolijo y sereno algunas cosas que pueden suceder en la Argentina, que en general no son cosas que nacen oficialmente. No hay voz oficial sobre muchas cosas que se dicen sobre su pensamiento”, señaló, y destacó que “el Papa habla por sí mismo“. (La Nación)
31370-ni-PROTESTANTE03Vemos que este triste personaje, antes de ser investido como vocero, ya ejercía como tal. Por lo tanto, los “voceros” de Francisco de los cuales él dice que quiere defenderse, no se equivocan tanto y van destilado sus intenciones y su pensamiento. Esto vale no solo para este protestante. Vale también para el rabino Skorka, el musulman Omar Abboud, para Gustavo Vera, Eduardo Murúa, Guillermo Robledo, la gente de Scholas Occurrentes, los curas villeros, etc. No consta –hasta ahora- que nadie de la familia K o de las falsas monjas de General Rodríguez, hayan pretendido “portavocear” a Francisco…
Bromas aparte, ¿Qué seriedad o, mejor, qué crédito puede darse a un excesivo hablador cuyas declaraciones son constantemente voceadas por amigos fieles o interesados, desmentidas por él propio, por sus voceros oficiales u oficiosos y que acaban suscitando a la vez críticas y aplausos?
La citada noticia  revela que en junio se pusieron de acuerdo en el Vaticano el jesuita Lombardi y el teólogo Figueroa en la “la necesidad de “ir a la fuente, a las palabras mismas del Papa y no generar polémicas” sobre lo que dice el Sumo Pontífice”.
¡Menudo garante tendremos los argentinos de la veracidad de los dichos del pontífice! ¿Francisco cree verdaderamente que gracias a los buenos oficios de su amigo protestante ya no generará más polémicas? ¿Y quién le ha dicho a Francisco que los argentinos somos tan dementes que necesitamos un intérprete especial, diferente al resto del mundo? ¿O es que será que, por la experiencia amarga de haberle conocido en Buenos Aires, los argentinos somos más privilegiados y conocemos bien sus artimañas políticas? ¿Hay que ser muy perspicaz para darse cuenta que todo no pasa de una maniobra más para echar raices en los asuntos internos de nuestro país? Todo esto tiene tintes populistas al más genuino estilo peronista. No extrañemos si dentro de poco Francisco nos sorprende a todos con la emisión televisiva obligatoria de un “Alo Papa Pacho” antes de las misas dominicales.
Por favor, que alguien le diga a Francisco que se dedique a cuidar de la Iglesia y de los asuntos internos del Vaticano… y deje a los argentinos en paz.