(...)Ven conmigo.
Advierte a la humanidad de que un castigo perpretado por el hombre se acerca a toda prisa. Es el clamor de la guerra que guía al hombre hacia los acontecimientos finales que ya están a la puerta.
Pues prepárate, que ya lllega revestida de causa segunda, una invasión de un país extranjero a otra nación de la que no es amigo sino rival en muchos aspectos.
Yo te lo digo, los tambores de guerra ya están dando sus primeros toques y van a sorprender a un mundo que no se ha preparado para ello.
(...) que estés alerta, porque un gran cambio se avecina y no es sólo por ti por quien lo digo. La Iglesia va a derrumbarse tal como se ha entendido hasta ahora, porque los enemigos del Cristo se han afianzado en Ella hasta el punto de socavar sus cimientos.
Y tú lo verás, la verás padecer en su gran mayoría de creyentes pues no sabrán adónde mirar en busca de refugio.
Sí, porque los verdaderos hijos de Ella van a intentar sacar a la luz la doctrina de siempre, en contra de lo que el actual y falso vicecristo quiere ya implantar como norma en todos los aspectos.
Mi doctrina está siendo manipulada y despojada de su verdad. Por lo tanto, estad atentos, no sea que perezcáis junto con el que ha sido impuesto por la masonería en orden a crear una nueva religión que las aúne a todas sin tener en cuenta que Yo os vine a salvar en Persona.
Pero no te preocupes porque la victoria de la batalla final me pertenece y sólo a través de Mi Madre voy a poner los cimientos de la nueva época. (...)
A un alma mística, agosto 2016