Os necesito para transformar el mundo

Septiembre 2006. Jesús to Anne, a lay apostle, Ireland

Una profunda paz se asienta sobre aquellos que sirven al Señor. Esta paz interior,  presencia del cielo, conecta a cada apóstol a su Salvador. 

Yo trabajo en cada alma sin interrupción en caso de que el alma me de la bienvenida. Alrededor del apóstol, las circunstancias cambian. Otros van y vienen en su vida y tal vez hay sufrimiento o persecución. Mi presencia se mantiene constante, sin embargo, confortando, consolando, y dirigiendo. 


La conexión entre el cielo y cada apóstol es la vía a través de la cual regreso al mundo. Cómo se deleita el cielo en cada compromiso. Durante este tiempo, muchos miran a su Salvador y saben con certeza que les estoy llamando. Cada apóstol oye mi llamada. Tú has escuchado Mi llamada. Considera hoy lo que tu Jesús te está pidiendo. Considera cómo te pido que me sirvas hoy.  

Mi queridísimo apóstol, debo insistir en que pases tiempo en silencio contemplando Mi voluntad. Debo insistir en esto porque yo requiero de tu servicio, cualquiera que sea la forma que Yo haya dispuesto para ti durante este tiempo. Si me das toda su atención durante un espacio de tiempo cada día, podré instruirte y darte entrada. 

Además, puedo darle un atributo celestial muy importante, que es la paz que necesito que poseas. Debes poseerla para tu propio bienestar, por supuesto, pero también debes poseer esta paz para que fluya a través de ti en el mundo. Vuestro mundo no tiene paz. Mi paz ha sido rechazada por el mundo. Vosotros, Mis queridos apóstoles, rechazad la discordia del mundo y aceptad mi paz. Es por eso que sois tan importantes para mí. 

Yo soy vuestro Amado. Podéis sentir mi presencia, ¿verdad? En verdad, Yo estoy con vosotros. Estimados apóstoles, Yo quiero estar con todo el mundo de esta manera. ¿Me ayudaréis? Sé que lo haréis. 

Pasad tiempo conmigo en silencio cada día y Yo os proporcionaré todo lo necesario y todo lo que el mundo necesita.