Burke VS Fco: denuncia el sacrilegio eucarístico frente al homenaje papal a Lutero en Suecia




Zagreb, Croacia 28 de octubre de 2016 (LSN) - Es un dogma "irreformable" de la Iglesia Católica que sólo aquellos que crean que Jesucristo está realmente presente en el pan y el vino consagrados son capaces de recibir la Santa Comunión, declaró el cardenal Raymond Burke. El cardenal del Vaticano dijo que san Pablo deja claro que a menos que la persona receptora reconozca el cuerpo de Cristo,  "come su propia condenación."

"Esto es un sacrilegio. Este es uno de los más graves de los pecados, "dijo.


El cardenal estaba respondiendo a una pregunta sobre la intercomunión (recepción conjunta de la Santa Comunión Eucarística por parte de varias denominaciones cristianas: católicas y protestantes) hechas a LifeSiteNews por John-Henry Westen durante la edición del lanzamiento de la versión croata de libro del cardenal sobre la Eucaristía en Zagreb, Croacia, el 23 de octubre.

"Nadie puede acercarse a recibir la Santa Eucaristía a menos que crea que el hostia que está recibiendo - a pesar de que parezca pan, sepa a pan, y huela a pan - es, en realidad, el cuerpo y la sangre de Cristo. Sólo la persona que crea esto puede acercarse al Santísimo Sacramento, puede acercarse a recibir la Santa Comunión ", ha indicado.

Los comentarios de Burke surgen días antes de que Francisco viaje a Lund, Suecia, para conmemorar el 500 aniversario del clavado de las 95 tesis en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg por parte de Martin Lutero, el 31 de octubre de 1517. Luteranos y obispos católicos han expresado su deseo de que el Papa permita la intercomunión (que los luteranos puedan comulgar junto con los católicos las hostias consagradas), al menos para los luteranos casados ​​con católicos.

El Papa ha mostrado anteriormente su apertura a que los luteranos reciban la Santa Comunión junto con los católicos, diciéndole a una mujer luterana el año pasado que "siguiese adelante" guiada por su conciencia. También el año pasado, un pastor luterano de Roma insistió en que el Papa había "abierto la puerta" a la intercomunión entre católicos y luteranos después de que el Papa visitó una comunidad luterana y dijo que las dos religiones "deben caminar juntas. (También tras una audiencia papal, luteranos recibieron la Sagrada Eucaristía durante la celebración de una sta. misa)

Pero el cardenal Robert Sarah, presidente de liturgia del Vaticano, respondió días más tarde, al afirmar que "no está permitida la intercomunión entre católicos y no católicos", añadiendo que se "debe confesar la fe católica. Un no católico no puede comulgar. Eso es muy, muy claro. No es una cuestión de seguir la propia conciencia ".

Burke tildó de "muy problemático" que cualquier persona sugiera que la próxima celebración en honor a Martin Lutero debe ser "motivo de algún tipo de 'hospitalidad eucarística' o inter-comunión."

"Eso no es posible. Sí, es irreformable ", ha indicado. 

O la hostia consagrada es el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo, o no lo es. Y si lo es, es el más grave de los pecados ofrecer la Sagrada Hostia a alguien que no lo cree ", ha concluido.



Declaración completa del cardenal Burke

LSN: Su eminencia, ¿hay algo acerca de la Santa Eucaristía que prohíba la intercomunión con otras denominaciones cristianas? La próxima semana, y ya ahora, algunos de los líderes Luteranos están expresando la esperanza de recibir la comunión y tener intercomunión entre las religiones. ¿Hay algo acerca de la Santa Eucaristía que prohíba eso, y si hay una tal prohibición, es ésa una enseñanza irreformable?  

Burke responde: ¿Que qué hay en la Santa Eucaristía [que prohíba la intercomunión entre las religiones]? La realidad es que la Eucaristía es el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo, que después de las palabras de la consagración pronunciadas [por] el sacerdote - prestando su voz a Cristo mismo, que es el que está actuando en la santa misa - el pan y el vino se convierten en su sustancia, en el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo.

Y así, nadie puede acercarse a recibir la Santa Eucaristía a menos que crea que el hostia que está recibiendo - a pesar de que se ve como pan, sabe a pan, y huele a pan - es, en realidad, el cuerpo y la sangre de Cristo. Sólo la persona que crea esto puede acercarse al Santísimo Sacramento, puede acercarse a recibir la Santa Comunión.

San Pablo dejó esto muy claro en el capítulo 11 de la primera carta a los Corintios, pues en la Iglesia primitiva, hubo abusos en la celebración eucarística.  Dijo muy claramente que la persona que recibe la Santa Comunión sin reconocer el cuerpo de Cristo, se come su propia condenación. Esto es un sacrilegio. Este es uno de los más graves pecados.

Y así, nosotros no invitamos a los que no creen en la Presencia Real a recibir la Santa Comunión, en primer lugar, por respeto a nuestro Señor Jesucristo, y por respeto a la realidad de la Santa Eucaristía, pero también por respeto a las personas, debido a que si se los invita a recibir algo en lo que no creen es un signo de falta de respeto [al Señor] y hace un gran daño a las almas de aquellos que están invitados.

Por ejemplo, [tomemos] el pensamiento luterano clásico: hay la idea acerca de la Santa Comunión como un tipo de presencia moral de nuestro Señor durante la celebración de la liturgia. Pero, cuando la liturgia termina, esos panes que se utilizan - y utilizo deliberadamente el término 'panes,' porque no son el cuerpo de Cristo - los devuelven al cajón para usarlos en otra ocasión.


Para nosotros, una vez que las hostias que se han colocado en el altar son consagradas, se han transubstanciado en el cuerpo y la sangre de Cristo, y se guardan en el tabernáculo para los que están enfermos y moribundos, para nuestra adoración, y para la eventual comunión de los fieles. Las hostias no se pueden tratar de otro modo nunca, ya que la presencia real de nuestro Señor Jesucristo está en medio de nosotros.

Creo que es muy problemático sugerir que la celebración que va a tener lugar en honor a Martin Lutero pueda ser motivo para algún tipo de 'hospitalidad eucarística' o intercomunión. Eso no es posible. Sí, es (una norma) irreformable.