Cosmopolitan y Glamour: desnaturalizando la maternidad




"El Padre Eterno envía cada vida por una razón. El espíritu de vida es espirado en ese cuerpo en el momento de la concepción. En el momento de la concepción el alma se une al cuerpo. A pesar de que crezca a partir de una pequeña semilla, es una vida y no debe ser destruida! Destruir esa semilla es asesinar a mis hijos.
     "Todo el que ha cometido este terrible acto de asesinato, hijos Míos, no puede entrar en el Reino de los Cielos a menos que se arrepienta de este crimen. Deben, en su arrepentimiento, aceptar una penitencia en la tierra por sus actos que dan gran dolor al Corazón del Padre eterno “. 

- Nuestra Señora de las Rosas, 27 de Diciembre, 1975

CatholicLeague.org informó el 30 de septiembre 2016:

Hoy se cumple el 40 aniversario de la Enmienda Hyde, la ley que prohíbe la financiación federal del aborto. Cualquiera que valore la vida debería brindar por el Henry Hyde: Fue uno de los líderes pro-vida más brillantes y valientes de la historia americana. Como era de esperar, la industria abortista de Planned Parenthood, NARAL, la Mayoría Feminista, todos a favor del aborto, lo han condenado. Menos predecible, tal vez, es la condena de Cosmopolitan y Glamour.

Yo digo "tal vez" porque nunca leí estas revistas de supermercado. Pero cuando  apoyaron la derogación de la Enmienda Hyde, decidí que había llegado el momento de escribir sobre ello.
Cosmopolitan dice que la Enmienda Hyde ha estado “ erjudicando a las mujeres durante 40 años." Del mismo modo, Glamour dice que ha "obstruido la salud de las mujeres durante 40 años."

Según estas revistas, impedir que otros paguen por el aborto de una mujer "perjudica" a todas las mujeres, obstruyendo su "cuidado de la salud." Eso me llevó a preguntarme por el modo de pensar de los que escriben para estas publicaciones de papel satinado, así como por sus lectores. Revisando las últimas ediciones, he encontrado la respuesta.
Ambas revistas apelan a los segmentos más narcisistas de la población femenina: los que odian a los bebés y a los hombres.

Cosmopolitan tiene un artículo on line, "Dentro del movimiento creciente de mujeres que desearían no haber tenido nunca hijos", muy revelador. Cosmo tiene una larga historia de mentir sobre las mujeres (véase el libro de Sue Ellen Browder: Cómo ayudé a la revolución sexual a secuestrar el Movimiento de las Mujeres) -lo que importa son las sorprendentes admisiones de la autora, Sarah Treleaven. Treleaven escribe sobre una periodista de 37 años de edad, Laura, que odia a su hijo. Después de que nació su bebé, sabía que había cometido un error. 
"El arrepentimiento me vino cuando las abuelas regresaron a sus casas y mi marido se fue a la oficina. Me di cuenta de que ésa era mi vida ahora. Yo odiaba, odiaba, odiaba la situación en la que me encontraba. Creo que la palabra era que me sentía 'atrapada'. Después de tener a un niño, me di cuenta de que odiaba ser la madre de un bebé, pero para entonces ya era demasiado tarde. No podía huir y tenía que convivir conmigo misma, pero tampoco podía soportarlo. Me sentía como si mi vida fuera una prisión de clase media “

Annie Davies tiene un artículo en la edición de octubre de la revista Glamour  titulado, “Odié a los hombres hasta que tuve un bebé.” Ahora ella no odia a los hombres: finalmente concluyó que no todos ellos eran pésimos pero decidió no permitir al padre de su hijo criar a su hijo juntos. 


Cuando Annie se quedó embarazada durante su visita a Irlanda, tenía que averiguar quién era el padre. Ella supuso que era Steve. Lo conoció en Dublín cuando estaba "aburrida". Esto explica por qué se llevó a casa al hombre sentado a su lado en un bar. No utilizaron condones y aunque tomó un píldora del día siguiente, no funcionó. "

Cuando le dijo a Steve que estaba embarazada, él le preguntó si el bebé era suyo. "Porque," dijo, "si el bebé fuera mío, me gustaría volver a América contigo" Ella entonces le mintió. Steve insistió: "¿Estás seguro de que no soy el padre?" "Sí", dijo ella.
"A pesar de que el embarazo había sido un accidente, yo sabía desde el momento en que vi la ecografía que quería tener al niño. Estaba igualmente segura de que iba a hacerlo por mi misma, sin involucrar al padre. Sonreí a Steve. 'Yo no necesito a nadie, gracias”

Se puede esperar que los que compran estas revistas que tratan acerca de mujeres que odian a sus propios bebés, y mienten al padre acerca de su propio hijo, sean favorables al aborto. Su rabioso narcisismo exige que el público pague por estos abortos. Estos son los tipos de temas que cuentan en Cosmopolitan y Glamour. No estoy seguro quiénes están más enfermos: los que escriben estos artículos o sus lectores.