Francisco y Lutero: una contradicción inaceptable


papa-francisco-del-31-Octubre-en-suecia-a-conmemorar los 500-años-de-riforma_articleimage-

(Roberto de Mattei 29/10/2016) El Papa, el 31 de octubre va a Suecia para celebrar el 500 aniversario del nacimiento del protestantismo, que, como todos los historiadores reconocen, no fue una reforma, sino una revolución religiosa, que cambió la historia de Europa y del mundo.
En una entrevista con Rai News, el teólogo protestante Paolo Ricca (que afirma, por ejemplo, que la homosexualidad no es pecado) dijo:
"Es la primera vez en la historia que un Papa participa públicamente a la celebración de la Reforma, que ha estado desde Roma, durante más de cuatro siglos, condenada como herética. La presencia del Papa en Lund cambia profundamente este veredicto negativo e implican un juicio positivo: "La Reforma, en general,  fue una buena cosa 


 En la audiencia con los luteranos el pasado 13 de octubre, Bergoglio dijo que "los más grandes reformadores son los santos y la Iglesia siempre deben ser siempre reformada."
Estas palabras insinúan la idea de que Lutero fue un reformador injustamente condenado por la Iglesia y que hoy merece ser rehabilitado y canonizado, al menos en el altar de los medios de comunicación. La historia nos dice en cambio que Lutero era un rebelde, que distorsionó la fe de la Iglesia, negó los sacramentos, y quiso destruir la autoridad. La Iglesia respondió (a Lutero) con los dogmas del Concilio de Trento y el movimiento religioso de la Contrarreforma católica, del cual las grandes iglesias barrocas en el centro de Roma todavía nos envían su mensaje. 
Entre Lutero y la Iglesia hay un foso que nadie, ni siquiera un Papa, lo puede llenar. Incluso antes que la fe, la razón nos dice lo que impide a los hombres con buen sentido aceptar lo que es contradictorio. (Roberto de Mattei en "El Tiempo" de 29/10/2016)