Almudena Martínez-Bordiú
1 noviembre, 2016
Su asesora Jennifer Klein y John Podesta, revelan la intención de Hillary de terminar con la Enmienda Helms, que prohíbe que con el dinero de los contribuyentes se financie el aborto en otros países como parte de los fondos de ayuda externa.
Los correos filtrados por Wikileaks continúan sacando a la luz los propósitos de la que podría ser presidenta de EEUU, Hillary Clinton. La última tanda de correos publicados por el portal demuestran que la demócrata tiene intención de financiar los abortos en el extranjero y acabar con la libertad de conciencia.
En una conversión, su asesora Jennifer Klein y el director de su campaña, John Podesta, revelan la intención de Clinton de terminar con la Enmienda Helms, que prohíbe que con el dinero de los contribuyentes estadounidenses se financie el aborto en otros países como parte de los fondos de ayuda externa.
En estos correos, Klein cuenta a Podesta que “la Casa Blanca está preparada para dar un paso hacia adelante” pero que existen “notables limitaciones”. Según la asesora de la ex secretaria de Estado, “cualquier organización con una objeción moral religiosa” sería un obstáculo para impulsar el negocio del aborto en EEUU y otros países.
Jennifer Kleinn muestra su preocupación por los objetores de conciencia y defiende que estos impiden llevar a cabo los objetivos de Hillary. “Es una cuestión de fondo y un asunto político”, estos grupos están parando nuestras iniciativas y es algo de lo que tenemos que ser conscientes de ello”, cuenta Klein a Podesta.