Cura acusado falsam. por gay, no encuentra apoyo en Francisco

Luis Bazalar, el sacerdote acusado injusamente de violación, pide al Papa que le restituya

Gabriel Ariza
14 diciembre, 2016 
franciscoPublicamos la carta abierta que Luis Bazalar, sacerdote de Ayacucho reducido al estado laical tras ser condenado por violación, y posteriormente absuelto y declarado inocente.
La Corte Superior de Justicia de Ayacucho condenó a Bazalar por delitos contra la Libertad Sexual en la modalidad de seducción de M.S.A.R. y contra la Vida, el Cuerpo y la Salud en la modalidad de Lesiones Graves en agravio de Sheila Roca Gonzales. Siete meses después, la Corte Suprema ha decretado la nulidad de la sentencia, absolviendo a Bazalar de todos los cargos, considerando probada su inocencia.
Por otra parte, la sala considera que “el procesado, como guía espiritual, sólo ha pretendido apoyar al menor agraviado”. La Justicia peruana también ha dispuesto la anulación de los antecedentes penales, judiciales y policiales que se hubieran generado.
Sin embargo, varios meses después, ni el arzobispo de Ayacucho ni la Congregación para la Doctrina de la Fe han reabierto su caso, y el sacerdote continúa reducido al estado laical.
A continuación, la carta:
Santo Padre. 
Soy tu hijo sacerdote  Luis Alejandro Bazalar García incardinado en la Arquidiócesis de Ayacucho  y te escribo desde Perú para hacerte saber que sufro inconsolablemente por más de tres anos. 
 En octubre del año 2013 fui denunciado injustamente por delitos inexecrables contra un joven de 17 años a punto de cumplir los 18. Este joven era abiertamente homosexual y mantenía una relación inmoral con otro joven. Me pidió ayuda y yo se la di sin reparo alguno porque nosotros no podemos ser indiferentes frente al sufrimiento del pecado del prójimo.
 Durante estos mil ciento treinta y siete días me he sometido a la ley, a las investigaciones fiscales y al juicio de la corte Suprema del Perú, asi mismo libremente al juicio de la Iglesia y a lo que el Derecho Canónico manda, sin embargo, a pesar que he demostrado inocencia total de todo lo que se me acusó , aún no recibo respuesta a mi apelación canónica de noviembre del año 2015.No obstante,la Corte Suprema del Perú , integrada por cinco Magistrado supremos incorruptos y de prestigio mundial, me ha encontrado y declarado inocente de todo, sosteniendo que todo fue mentira y que lo único que hice fue ayudar a dicho joven de 17 años frente a su situación.
 He viajado dos veces a Roma para intentar poder conversar con usted  directamente Santidad, le he escrito varias cartas e incluso me entrevisté con un alto funcionario de la Secretaria de Estado,hace casi dos meses,para suplicarle que le haga llevar mi dolor, mi sufrimiento y mi llanto de mi situación injusta en la que me encuentro.
 Quien le escribe San Padre es un sacerdote de apenas 33 años que ama la Iglesia y cree en el derecho como medio de Salvación, sin embargo el silencio para quien busca justicia se convierte en la peor condena miserable y ruin que ningún ser humano debe tener, por ello apelo y lo busco a usted Santidad para que intervenga en mi causa y vea si soy o no culpable a tenor de las innumerables pruebas a mi favor que he presentado.
 Mi bisabuela paterna que nació en Sicilia me enseño de pequeño que lo más maravilloso que tiene el ser humano para sus semejantes es su palabra y la  lealtad. Desde que empezó este calvario me he encontrado abandonado de los que deberían al menos esperar con prudencia los resultados,  sin embargo, nunca me abandonó mi palabra que como fiel guardiana siempre fue la  misma : ” inocente”. Todos fueron desleales conmigo Santidad y sin embargo yo  siempre he sido leal y fiel a la verdad de Nuestro Señor Jesucristo. Por eso con la conciencia limpia y muchísimo respeto me atrevo a escribirle Santo Padre, a través de Infovaticana,para que vea mi causa y me permita volver a ejercer el ministerio Sacerdotal.
 Actualmente ofrezco mi sufrimiento por mis hermanos sacerdotes que sufren la calumnia y que son abandonados, por aquellos que no pueden defenderse o no saben cómo hacerlo, pero sobre todo por aquellos que usan la ley en beneficio de conveniencias personales para que se conviertan y se produzca en ellos la metanoia espiritual que el Señor quiere.
 Santidad no me quiero despedir sin antes apelar a su corazón misericordioso para suplicarle me haga justicia y me permita ejercer el ministerio sacerdotal donde usted lo decida, soy inocente y lo he demostrado abrumadoramente en mi expediente, no me abandone usted también Santo Padre.
P. Luis Alejandro Bazalar García