Los ángeles miran espantados las comuniones sacrílegas



La Virgen Stma a Luz de María, 25 noviembre 2016

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El Pueblo de Mi Hijo no es un pueblo cualquiera, no es a la manera mundana, sino es un pueblo que respeta y ama la Palabra Divina y rechaza al mundo y sus maquinaciones… 

El Pueblo de Mi Hijo no disimula el pecado ni pacta con el demonio, a sabiendas de que los intereses malvados llevan a la Humanidad a la declaración de una religión única que adorará a satanás… 

Bien saben que el mal desea prevalecer por sobre la Iglesia de Mi Hijo. No olviden adorar a Mi Hijo, no sólo en el Tabernáculo, sino en cada uno de los actos y obras con que dan testimonio del amor que dicen poseer por Mi Hijo. ¡Son tantos los que se reúnen en los Templos con fines tan distintos a los que verdaderamente pide Mi Hijo! 

En este instante los Templos han sido tomados como anfiteatros, ofendiendo gravemente al Corazón Sacratísimo de Mi Hijo, al introducir al mismo gestor del pecado dentro del Corazón de la Iglesia de la cual soy Madre. Blasfeman con estos actos… 

Con temblor y espanto desde la Casa Paterna, las Legiones Celestiales miran a aquellos que reciben a Mi Hijo en pecado grave, gestando su propia condenación.  
¿Es esta la Iglesia Santa de Mi Hijo? ¡No! Esta es la iglesia de los hombres, la iglesia de la voluntad humana. 

Lloro al mirar el padecer del Pueblo de Mi Hijo… Es necesaria la Purificación. 

Oren hijos, oren por Estados Unidos, su padecer no termina, al contrario, aumenta. El poder usurpa la voluntad del pueblo. Las estaciones se invierten y el suelo se estremece.

Oren hijos Míos, oren por Italia, padece nuevamente, el pecado sobreabunda, el arrepentimiento es olvidado.

Oren hijos, oren el agua se adentra en la tierra. Oren por Japón.

Oren hijos, oren, nuevas alianzas son solo falsas esperanzas. La traición se abre paso, oren por Colombia.

Oren hijos, oren por China, tendrá en temor a la Humanidad.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado: 

REPAREN, REPAREN LAS OFENSAS GRAVÍSIMAS CON QUE LA HUMANIDAD OFENDE GRAVEMENTE A MI HIJO.

Se traicionan unos a otros… Reconozcan al que no ama a Mi Hijo cautivando a otros hombres con palabras falsas. Así actúa satanás llevando al hombre contra su hermano. 

MANTENGAN LA LÁMPARA ENCENDIDA, EL AVISO SE ACERCA...

No tiemblen ante el mal, tiemblen al ofender a Dios. 

Al final, Mi Corazón Inmaculado triunfará. Les conduciré de Mi Mano ante el Trono Trinitario. 

No teman, hijos, no teman. Sean almas adoradoras de Mi Hijo, ámenle y reparen por los que le ofenden.

Como Madre de la Humanidad, entregaré a Mi Hijo, Su Pueblo Santo. 

Les bendigo. 

Mamá María.