Los escándalos en la Iglesia, y Bergoglio, el profetizado

Imagen de María en el cielo de Medjugorje, marzo 2016


A los creyentes, los escándalos en la Iglesia nos tienen en un sobresalto continuo. Y si el arzobispo de Santiago de Compostela acaba de ordenar sacerdotes a dos homosexuales que son pareja, Francisco no deja de depararnos sorpresas que desentonan fuertemente con los papas anteriores: Él y su camarilla han llegado a permitir la profanación del mismo Dios en la Eucaristía, gracias al documento Amoris Laetitia, que ha propiciado que en Filipinas, Roma, algunas diócesis alemanas o de EEUU, en la de Buenos Aires…, se esté dando ya la comunión eucarística a divorciados “recasados" y por tanto en estado de adulterio.

Pero la crisis católica viene de lejos. Ya Pablo VI repasó la lista Pecorelli con más de 120 masones infiltrados en las filas eclesiales y quedó casi fulminado al descubrir que su hombre fuerte de la reforma litúrgica, monseñor Aníbal Bugnini, figuraba con el nº 25, con su nombre masónico secreto, fecha de iniciación y contraseña secreta (Bulletin de l´Occident Chrétien 12 (Julio 1976) Bourg Le-Roi).

Y según varias profecías, (aprobadas por la Iglesia), esto tenía que llegar. 
Nuestra Sra. del Buen Suceso en Quito anunció: 
“Tiempos funestos sobrevendrán, en los cuales… aquellos que deberían defender en justicia los derechos de la Iglesia, sin temor servil ni respeto humano, darán la mano a los enemigos de la Iglesia para hacer lo que éstos quieran”. 
En Japón, en 1973, Ntra Sra de Akita dijo: “El trabajo del demonio se infiltrará aún dentro de la Iglesia de tal manera que uno verá a cardenales en contra de cardenales, obispos en contra de obispos.” 
También en la Salette, la Virgen nos advierte: “Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo”. 
Por su parte, el sacerdote Stéfano Gobbi recibió este mensaje esclareciendo el Apocalipsis: “La bestia negra semejante a una pantera indica la masonería; la bestia con dos cuernos, semejante a un cordero, indica la masonería infiltrada dentro de la Iglesia, es decir la masonería eclesiástica, que se ha difundido sobre todo entre los miembros de la Jerarquía. Esta infiltración (…) ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que Satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia”.

Estos son los avisos del Cielo para prevenirnos frente a lo que está por llegar: una gran apostasía que surge desde la Roma Vaticana para dejar al descubierto quién es fiel a las enseñanzas de la doctrina de Cristo y quién no lo es y por el contrario quiere derruir la Obra que obra la salvación de los hombres en la Tierra: la Iglesia fundada por Dios y que se llama Católica.


Pili Montalbán