Curas/laicos abandonan la Iglesia gracias a Francisco



Teólogo Moral: La 'Dubia' necesita ser contestada pronto



El sacerdote George Woodall (imagen) explica por qué una respuesta papal a la "dubia" será de "importancia fundamental" para el bien de la Iglesia.


Por Edward Pentin (extracto de la entrevista) http://feedproxy.google.com/~r/NationalCatholicRegisterBloggers/~3/ebL6y9GXA_U/moral-theologian-dubia-must-be-answered-soon


¿Qué tan importante es que se aclaren estas cuestiones? 


 En mi opinión, las dudas que los cardenales piden que se aclaren son de profunda importancia para todos los discípulos de Cristo y para la Iglesia. Se trata de nuestra fidelidad al Señor mismo, del sentido de la demanda de conversión en relación con la creencia en el Evangelio, de la distinción básica entre lo que es moralmente bueno y lo inmoral, la Tradición de la Iglesia misma en su papel de entrega de las implicaciones morales del Evangelio, así como en su práctica sacramental y pastoral. Sería difícil exagerar la importancia de las cuestiones a aclarar.


Ciertas lecturas de Amoris laetitia podrían dar la impresión de que ya no existe una verdad moral objetiva, que la centralidad del amor, de la misericordia y el perdón respecto al evangelio ahora significan que aquellos que tienen la intención de persistir en formas de vida que están seriamente en desacuerdo con las enseñanzas de Jesús y de la Iglesia están, sin embargo, en estado de gracia, que no importa tanto si las personas son fieles al matrimonio y a su indissolubilidad o si están en uniones adúlteras porque todos pueden recibir la Sagrada Comunión y están todos en estado de gracia. Por supuesto, Amoris laetita no dice esto en absoluto y de hecho reafirma la enseñanza de Jesús sobre la indissolubilidad, pero es exactamente la ambigüedad de las afirmaciones de la exhortación apostólica que ha llevado a los cuatro cardenales a formular estas dudas y pedir su aclaración. La ansiedad y la confusión sobre los asuntos planteados por los cardenales son muy reales y están muy extendidos.


Aparte de lo que encuentro en mi trabajo con estudiantes y en la parroquia, incluyendo el confesionario, dos episodios muy tristes relacionados conmigo muy recientemente son emblemáticos del problema. Un sacerdote, cuyo obispo dio una interpretación aparentemente indulgente de la exhortación en términos de admitir a aquellos en relaciones adúlteras a la santa comunión, está buscando la dispensa de los deberes del estado clerical porque es incapaz en conciencia de continuar practicando como sacerdote. En segundo lugar, no sólo debido a la exhortación, sino también después de otras declaraciones sobre la Reforma, etc., una señora ha abandonado la práctica de su fe porque siente que todo lo que ahora se le dice está en completa contradicción con lo que siempre le enseñaron antes como católica. 


El Papa Francisco no desearía que nadie se sintiera presionado hasta el punto de abandonar la práctica del ministerio sacerdotal o de la fe católica. Su deseo apasionado de llegar a personas en situaciones pastorales muy delicadas es conocido por todos y es compartido por todos. Amoris laetitia niega que lo que se propone es una "doble moralidad" de enseñar una cosa y hacer o permitir lo contrario. Sin embargo, algunas partes del texto son muy ambiguas, las dudas formuladas por los cuatro cardenales han captado la esencia de las cuestiones en juego y, si el objetivo del texto era sin duda tratar de aliviar los verdaderos problemas pastorales de algunos, no puede excluirse que haya provocado una crisis diferente, no menos importante, que involucre cuestiones fundamentales de la teología moral y de la práctica pastoral. Por eso, en mi opinión, es necesario aclarar las dudas planteadas por los cardenales.



(...) Debe haber tomado (a los 4 cardenales) considerable reflexión y oración, así como una redacción cuidadosa, para haber formulado las dudas con tanta precisión. En mi opinión, las dudas están muy bien presentadas, van al pilar de las cuestiones en juego y están más que justificadas. No son exhaustivas y tienen enormes implicaciones para la vida moral de todos los cristianos y para la pastoral en la Iglesia en todos los niveles. Por un lado, las cuestiones planteadas son de importancia fundamental para toda la Iglesia, pero por otro puede parecer que este movimiento abre una división en la Iglesia, aunque se pueda pensar que tal división ya existe. Lo que hay que reconocer, sin embargo, es que los cuatro cardenales se han expresado en el texto no sólo con gran precisión y de manera muy medida, sino con evidente cortesía y respeto, con angustia sincera de conciencia, no en oposición al Papa sino En un llamamiento a él, sobre lo que es de importancia fundamental para la vida de los cristianos y para el bien de la Iglesia.