Prepotentemente desafían Mi Palabra

Ven, (...) 

Suscita en Mí cambios para el mundo, para aquellos que llamándose Míos, en realidad no son más que agentes enmascarados de satanás, que no cesa de tramar contra Mí y contra Mi Iglesia hasta pretender destruirla.

Sí, Benedicto va a hablar y va a dejar las cosas claras. Me refiero a Mi doctrina, aquella que prohíbe a los que están divorciados y vueltos a casar por lo civil, acercarse a recibirme en la Comunión Eucarística.

Pero para esto aún falta, pues se ha de concienciar de que el cisma no lo va a provocar él sino que ya es un hecho consumado.

¿No ves cómo cada día nuevas versiones se añaden a las anteriores y cada vez más prepotentemente desafiantes a Mi Palabra?

Y esto no cesará sino que irá a más, englobando a los otros pecados, primero a los de la carne para pasar después a decirse que todo aquel que, en conciencia se considere apto para comulgar, que lo haga.

El destrozo es inmenso y cada vez mayor puesto que los que Me defienden son pocos. Si todos los que pensaran que Francisco es un hereje se levantaran para decir la verdad, esta abominacón no progresaría. Se crearía un caos mayor pero el que se sienta en la Silla de Pedro no tendría la valentía de seguir corroyendo la moral católica como lo viene haciendo desde que tomó el gobierno de Mi Iglesia.

Verás, por tanto, crecer la confusión y a los pobres sacerdotes fieles, puestos entre la espada y la pared, no sabiendo a quién dirigirse puesto que sus obispos me han declarado la guerra abiertamente.

No lo des todo por perdido. Al contrario, alégrate porque las partes perjudiciales de Mi Iglesia, esa gangrena que haría perder a todos Mis fieles si ello fuera posible, van a quedarse separadas de Mi Cuerpo Místico.

Ahora, reza para que más y más fieles se unan a la parte sana, formada por aquellos que son de la Verdad y la defienden con riesgo de perder sus cargos, como ya ha ocurrido desde que Bergoglio es "Papa”.

Ven conmigo, y no lo dejes de hacer, porque de ello depende que muchas almas vean la Verdad, ya que de que tú y Yo nos amemos y estemos unidos depende mucho más de lo que crees.

Ven, (...)

Soy tuyo, ámame

Yo tu Jesús

Mensaje a un alma mística, enero 2017