Colaborad en la Salvación de las Almas



Antes del amanecer de un nuevo día muchas, muchas almas caerán en el Infierno. Almas de vuestro entorno, almas de vuestros familiares, almas de vuestro lugar de trabajo, almas que conocéis, Yo Miguel Arcángel, os hablo.

Esas almas muchas de ellas, podrían haberse salvado si vosotros que os mantenéis fieles a Dios, hubierais rezado más por ellas y aplicado penitencias y Eucaristías. Pero vosotros hijos de Dios, estáis pendientes de vuestros problemas y necesidades y os olvidáis de los pecadores.

Ya Nuestra Señora de Fátima vino a deciros que hicierais penitencia por los pecadores y rezarais por ellos, porque son muchos los que se condenan. La Sangre del Cordero se malogra en esas almas y la Virgen Purísima llora amargamente por los hijos e hijas que pierde.

¡Cristianos! debéis de colaborar con el Cielo en la salvación de las almas. Vuestro interés y celo apostólico no quedará baldío (estéril). Rezad hijos de Dios por los pecadores, son muchos de ellos los de vuestro entorno. Aplicad en vuestros grupos de oración, Rosarios y Vía Crucis por ellos, esos rezos son como canales para que les alcancen la gracia de Dios.

¡Sacerdotes! ofreced vuestras misas por esas almas por las que nadie reza. Son los presos, los malos gobernantes, los criminales, los violadores, pedófilos. Debéis aplicar preces por ellos porque son también hijos de Dios, redimidos con la Sangre del Cordero.

Sus ángeles esperan que los invoquéis para ayudarles a la salvación eterna. Rezad a sus ángeles, a sus patronos, a mí, siervo de Dios y siervo vuestro. Yo, Miguel Arcángel, os hablo. La paz de Dios Altísimo, sea con vosotros.

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Cuantas almas caminan por sendas de perdición y no quieren volver a los caminos rectos. Muchas almas saben que viven en pecado y que pueden condenarse, y aun así, no salen de su situación. Necesitan gracias especiales para que vuelvan a Mí, porque el mal en ellos está tan arraigado, que es como el aire que respiran. Son ovejas extraviadas que a un pecado grave, añaden otro, y otro, y otro. Cuando sienten el más leve anhelo de querer cambiar de vida, pronto lo sofocan por la desidia que les produce ese santo deseo. Yo trato de entrar en sus almas y están cerradas a Mi gracia, herméticamente.

Abortos, adulterios, inmoralidad, fraudes, pederastia, toda clase de pecados horrendos que tienen en su haber. Pero si una de esas almas se volviera a Mi, Yo que Soy Amor, cambiaria sus horizontes negros por horizontes de luz y belleza. Serian muchas de ellas grandes santos y santas, porque tanto como pecaron, así se arrepentirían y amarían.

Es el caso de Maria Magdalena, que cambió de ser una gran pecadora a ser una gran santa, que solo vivía por y para Mí. Esas almas que tienen en su historia toda clase de pecados terribles, si se convirtieran, amarían con la misma intensidad que pecaron, y se aferrarían a Mi Amor Misericordioso, porque ya por nada del mundo, querrían volver a esa vida anterior. Por eso, las plegarias por la conversión de los pecadores Me son muy gratas, porque esas conversiones llenan al Cielo de alegría inmensa.

Por muchos que sean vuestros pecados, almas queridas, no perdáis la esperanza de que vuestra vida cambie. ¡Deseadlo, intentadlo! y si cayereis mil veces, mil veces os levantareis. Empezad por una sincera confesión; soltad todo vuestro lastre en el confesionario; limpiad vuestras almas y veréis como el cambio os resulta más asequible.Yo, Jesús, no os negaré Mi gracia, es por vosotros almas pecadoras, que suspiro cada día, esperando vuestro retorno. 

No Me defraudéis, venid y volved a Mi. Yo Soy un Amo que paga muy bien a sus seguidores. Yo Soy Amor.


Del Blog "A Dios lo que es de Dios"