Cita del blog el Perú necesita de Fátima: http://www.fatima.pe/seccion-1-la-palabra-del-sacerdote
"El texto del Tercer Secreto de Fátima divulgado por la Santa Sede el año 2000, nos presenta de un ángel con una espada de fuego, dispuesto a lanzar sus llamas contra la humanidad reunida a la vista de Nuestra Señora. La Virgen María, con el fulgor que salía de sus manos extingue ese fuego, pero “el ángel, señalando la tierra con su mano derecha, con voz fuerte dijo: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!” La escena siguiente es la de una ciudad semidestruida.
La interpretación parece obvia: la humanidad se está mereciendo un castigo de proporciones apocalípticas. Para evitarlo, el ángel muestra la solución: “¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!” Fue concedido, pues, a la humanidad, un tiempo para hacer penitencia, la cual, si no es hecha, acarreará un mundo semidestruido.
Queda claro, por lo tanto, que la penitencia más importante que se nos sugiere para nuestros días, consiste en enfrentar los errores y pecados de la sociedad moderna.”
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La interpretación de este sacerdote es la correcta y no la de Bergoglio, que, a propósito tuerce el principal mensaje de Fátima: la penitencia y la conversión, la oración y sacrificios por los pecadores, hasta el punto de ligar éstos a la destrucción o no del mundo
También dijo María, haciendo incapié en el Infierno, destino de los pecadores no arrepentidos: -Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: “Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia”
Pero Francisco, el viernes, en Fátima, no habló en absoluto de conversión, acudiendo a su incansable concepto falso de la misericordia divina que no requiere de nosotros un cambio de vida y tienen la desfachatez de decir que el Evangelio afirma lo que Cristo no afirma, porque si bien Él perdona misericordiosamente, hay algo indispensable que Fco no incluye en toda su alocución: que el arrepentimiento y propósito de la enmienda son imprescindibles para alcanzar el perdón de Dios en el sacramento de la Penitencia:
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Respecto a la Eucaristía
El modernismo masónico luciferino odia al Dios Encarnado, hoy entre nosotros en la Eucaristía, porque le venció en la Cruz. Y también odia a María, a la cual Dios ha dejado la tarea de la salvación del mundo en estos últimos Tiempos a través de su Corazón Inmaculado (“Al final, Mi Corazón Inmaculado triunfará”) .
Vimos como en Génesis vers. 15 cap. 3, Dios predice que la Virgen aplastará la cabeza de satanás. Por eso, el enemigo de Dios subvirtiendo lo divino (como la cruz cabeza abajo, símbolo del satanismo) invierte el 153 símbolo del triunfo del corazón Inmaculado de la Virgen, y del Sto Rosario, el arma del combate final (15 decenas en 3 partes) con el 351, pie de página de Amoris Laetitia en el que se arremete subrepticiamente contra Dios-Hombre en la Eucaristía.
Esta es la causa de que Bergoglio no se arrodille en la consagración de la misa, ni ante el Stmo expuesto, ni se quite el solideo. Y no adora al Jesús eucarístico como se pide expresamente en Fátima sino que lleva a profanarlo. ¿Exagero?.
También dijo María, haciendo incapié en el Infierno, destino de los pecadores no arrepentidos: -Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: “Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia”
Pero Francisco, el viernes, en Fátima, no habló en absoluto de conversión, acudiendo a su incansable concepto falso de la misericordia divina que no requiere de nosotros un cambio de vida y tienen la desfachatez de decir que el Evangelio afirma lo que Cristo no afirma, porque si bien Él perdona misericordiosamente, hay algo indispensable que Fco no incluye en toda su alocución: que el arrepentimiento y propósito de la enmienda son imprescindibles para alcanzar el perdón de Dios en el sacramento de la Penitencia:
Cita de Fco: "Cometemos una gran injusticia contra Dios y su gracia cuando afirmamos en primer lugar que los pecados son castigados por su juicio, sin anteponer —como enseña el Evangelio— que son perdonados por su misericordia. (...)
Hay que anteponer la misericordia al juicio y, en cualquier caso, el juicio de Dios siempre se realiza a la luz de su misericordia. Por supuesto, la misericordia de Dios no niega la justicia, porque Jesús cargó sobre sí las consecuencias de nuestro pecado junto con su castigo conveniente.
Él no negó el pecado, pero pagó por nosotros en la cruz. Y así, por la fe que nos une a la cruz de Cristo, quedamos libres de nuestros pecados dejemos de lado cualquier clase de miedo y temor"
Él no negó el pecado, pero pagó por nosotros en la cruz. Y así, por la fe que nos une a la cruz de Cristo, quedamos libres de nuestros pecados dejemos de lado cualquier clase de miedo y temor"
Remató su discurso : «seamos, con María, signo y sacramento de la misericordia de Dios que siempre perdona, perdona todo».
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Respecto a la Eucaristía
El modernismo masónico luciferino odia al Dios Encarnado, hoy entre nosotros en la Eucaristía, porque le venció en la Cruz. Y también odia a María, a la cual Dios ha dejado la tarea de la salvación del mundo en estos últimos Tiempos a través de su Corazón Inmaculado (“Al final, Mi Corazón Inmaculado triunfará”) .
Vimos como en Génesis vers. 15 cap. 3, Dios predice que la Virgen aplastará la cabeza de satanás. Por eso, el enemigo de Dios subvirtiendo lo divino (como la cruz cabeza abajo, símbolo del satanismo) invierte el 153 símbolo del triunfo del corazón Inmaculado de la Virgen, y del Sto Rosario, el arma del combate final (15 decenas en 3 partes) con el 351, pie de página de Amoris Laetitia en el que se arremete subrepticiamente contra Dios-Hombre en la Eucaristía.
Esta es la causa de que Bergoglio no se arrodille en la consagración de la misa, ni ante el Stmo expuesto, ni se quite el solideo. Y no adora al Jesús eucarístico como se pide expresamente en Fátima sino que lleva a profanarlo. ¿Exagero?.
Tercera aparición del Ángel:
Sobre finales de Septiembre (principios de Octubre del 1916), mientras los pastores pasaban desde Pregueira a la cueva llamada Lapa (Loca de Cabeço), tuvo lugar la tercera aparición del Ángel.
Esta vez tenía entre sus manos un Cáliz, sobre el cual estaba suspendida una Hostia de la que caían gotas de sangre y se introducían en el Cáliz. Dejando el Cáliz y la Hostia suspendidas en el aire, el Ángel se postro en tierra y repitió tres veces la siguiente oración:
-“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores”
Una vez terminada la oración dio la Hostia a Lucía, y el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco al mismo tiempo que decía:
-“Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a Vuestro Dios”
En Amoris Laetitia 351 se ponen las bases para profanar y ultrajar terriblemente a Jesucristo, pues se abre la puerta al sacrilegio eucarístico (los divorciados “recasados” podrán ser ayudados por los sacramentos)