La sta Misa y los niños abortados

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CÓMO BAUTIZAR A LOS NIÑOS ABORTADOS

El Padre Roberto DeGrandis tiene un libro titulado “Curación a través de la misa”.
Donde habla de la importancia de la misa y de que todas las misas tienen un especial poder de sanación para los enfermos y para todos los que están agobiados en su espíritu y concretamente para estos niños.
Él dice:
“Cuando consideramos el problema de los abortos, niños malogrados o que han nacido muertos, uno de los principios básicos es que estos niños deben ser recibidos con amor. 

Una de las formas en que amamos y aceptamos a un niño es dándole un nombre.

Esto les da un sentido de pertenencia y de que ocupan un lugar verdadero en la familia. 
Una mujer compartió el siguiente testimonio”.
“Yo tengo 41 años de edad y toda mi vida mi madre ha estado contando la historia de que su madre (mi abuela) murió de parto y que perdió una niña pequeñita.
Mi abuela era huérfana y también había perdido a otro niño antes de mi madre. 
Un día mi madre y yo oramos unidas y les dio nombre a los dos niños perdidos por su madre. 
Nosotras los ofrecimos al Padre en la luz de Cristo y oramos por estos dos niños y su madre.
A partir de ese día, mi madre nunca más volvió a hablar de ese asunto. 
Sintió paz en su vida, después de darles nombre a estos niños y ofrecerlos a Dios”.
Para él es importante ponerles un nombre y orar por ellos ofreciéndolos a Dios para salvarlos.

También el P. Roberto DeGrandis cita el testimonio de una mujer:
Hace veinte años yo quedé embarazada en un momento inoportuno. 
Yo estaba enferma, bajo cuidado médico, y escasa de dinero. Yo no podía tener un niño.
Yo luchaba contra esta idea por mi educación católica y deseaba tener una pérdida. Y tuve la pérdida.
Cuando yo vi a esa pequeña vida humana muerta delante de mí en el hospital, me sentí muy apenada.

Antes de llamar a la enfermera, tome un vaso de agua y lo derrame sobre la cabeza del niño bautizándolo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

A través de los años, Dios me dio un amor especial por los niños pequeños rechazados y recogí en mi casa a muchos de esos niños pequeños, que habían sido rechazados por sus padres.
Yo los amaba como si fueran míos y ellos me amaban a mí”.
Y escribe en la nota el P. DeGrandis:
“Esta misma mujer compartió que, un tiempo después, ella tuvo una visión de su hijo perdido.
En la visión supo que era un niño y lo vió saludable y vivo con el Señor.
Lo que le impresionó profundamente fue que todos los niños rechazados que ella había recibido en su casa, eran todos niños varones. 
Ellos eran un regalo y la forma de sanar su corazón por la pérdida de su hijo”.
El P. John Hampsch aconseja bautizar a estos niños espiritualmente, consagrarlos a Jesús por medio de María y celebrar una misa.
Dice:
En la consagración total del niño al Señor, los padres deberían pedirle que llene con su amor todas las necesidades del niño.
Como por ejemplo el bautismo de deseo o alguna otra forma desconocida de gracia, semejante al bautismo…
Esto podría ser ratificado por una Eucaristía en la que, en el momento de la comunión, nosotros nos unimos a Jesús de la manera más íntima posible, orando por el niño…

En la oración se debería incluir una petición al Señor para que ese niño sea un “santo privado” o un “intercesor” especial para la familia.

Como epílogo de esta oración a Jesús, es muy recomendable poner al niño en los brazos de María (consagrarlo a Ella), recordando las palabras que Jesús dijo: “Ahí tienes a tu Madre”.
A María se le ha encomendado ser la madre de todos y cada uno de los niños. Y Ella los ama mucho más intensamente que las madres de la tierra”.

El P. Marcelino Iragutambién recomienda una misa y consagrarlos a Jesús por María. Escribe:
“Una práctica recomendable es el ofrecer la santa misa y comulgar por ellos, sobre todo, cuando se hace en familia.
En esa Eucaristía, se pide a Dios que acoja en su seno a todos los difuntos de la familia
A veces, los resultados son sorprendentes.

En caso de aborto provocado o involuntario, que no fueron bautizados, se pide al Señor que inspire un nombre para cada uno de ellos.

Y se les acepta como miembros de la familia y se les presenta por su nombre al Señor, arropados en el amor de su Madre, la Virgen María”.

El Padre James Manjackal, de la India, menciona una carta que dice:

“Yo he oído a mucha gente que me ha dicho que ha visto a los niños muertos sin bautismo como ángeles y santos después de haber sido bautizados en espíritu.

Algunos dan testimonio de que, cuando necesitan algo, ellos lo piden por intercesión de estos niños ya salvados.
Normalmente, cuando la gente que ha abortado viene a mí con tristeza y sentimiento de culpabilidad, yo les digo que pidan perdón a sus niños antes de bautizarlos en fe y en espíritu.
Varias madres han tenido la experiencia de que sus niños han venido a darles su perdón y a consolarlas. 
Yo conozco a mucha gente que tiene contacto con estos niños salvados.

Yo bautizo a los niños muertos sin bautismo, si alguno está presente como padrino. 

Muchos sacerdotes no lo hacen debido a su falta de fe o a su ignorancia. 
Yo paso dos horas diarias, orando por las almas de los que han muerto. 
Muchas almas vienen a mí y se identifican y me dicen sus pecados y yo los bautizo, si no están bautizados, y rezo para que se perdonen sus pecados y pido al Espíritu Santo que los llene de su amor.
Yo tengo maravillosas experiencias de su entrada en el cielo y sus oraciones por mí son de gran poder para mi ministerio.
Los he visto con las caras resplandecientes después de bautizarlos y me han prometido ayuda espiritual.

Algunos líderes carismáticos y María Simma y el Dr. McAll hablan de la importancia del ponerles un nombre a estos niños para poder identificarlos.

El P. John Hampsch afirma que es muy importante ponerles un nombre a estos niños muertos sin bautismo y ofrecerlos a Jesús.
Y cuenta un caso que le ocurrió durante una misa en Canadá. Uno hombre dio el siguiente testimonio:
“Entre 1958 y 1963 mi mujer tuvo cinco abortos. Yo tenía un gran sentimiento de culpabilidad. 
Ayer cuando Ud. dijo que debíamos poner un nombre a estos niños, nosotros nos sentamos y lo hicimos.
Mi esposa puso nombre a tres y yo a dos.

Durante la misa (en visión interior) vi a Jesús delante de mí y me dijo que no me preocupara, que no me sintiera mal, porque ya esos cinco niños estaban en sus brazos y a salvo en el cielo. 

A partir de ese día, nuestro amor mutuo ha crecido inmensamente”.

ORACIONES

En el periódico alemán “Rettende Macht” del 24 de setiembre de 1973, se habla de las revelaciones de Jesús a una mujer casada y madre de varios hijos.
Entre otros mensajes Jesús le dice sobre los niños abortados:
Estos pequeñitos pueden conseguir la visión beatífica
Transmite lo que voy a decirte a los sacerdotes, porque vosotros los podéis bautizar (espiritualmente).
Después de recitar el Credo, toma agua bendita y la esparces en todas las direcciones y di estas palabras
A todos vosotros, que habéis nacido muertos o que naceréis muertos, a todos los que fueron asesinados en el vientre de sus madres o que serán asesinados, para que podáis alcanzar la vida eterna por medio de Jesús.
(aquí se dice el nombre).
Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y el Espíritu Santo.
Al final, reza un Padre nuestro, un Avemaría y un Gloria. De esta manera, puedes bautizarlos a estos pequeñitos y ayudarlos a conseguir el cielo”.

Oración por la salvación de los niños abortados
Señor Jesús, por medio de tu Madre bendita, te ofrezco todos mis pensamientos, palabras y obras de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón.
Especialmente, te ofrezco todos los actos de fe y de amor para obtener de tu Sagrado Corazón la gracia del bautismo para todos los niños inocentes, que serán asesinados hoy por el aborto.
Y, dado que sus propios padres y madres rechazarán su vida con violencia y rehúsan ser garantes de la fe de estos niños, te pido que me aceptes como padre y madre espiritual de estos niños.
Acéptame como garante del deseo de estos niños de estar contigo por siempre para que, habiendo sido asesinados cruelmente, ellos puedan ser admitidos a tu presencia como mártires inocentes y sean salvados por tu amor. Amén.

Oración por los abortos espontáneos
Señor Dios, confiamos a tu amor a este pequeñito, que ha dado alegría a sus padres por poco tiempo. Llévalo a la vida eterna.
Señor, tú has formado a este niño en el vientre materno. Tú lo has conocido por su nombre desde el principio del tiempo. Nosotros ahora deseamos ponerle el nombre de N., un nombre que guardaremos como un tesoro en nuestro corazón para siempre.
Oramos por estos padres, que están tristes por la pérdida de su hijo. Dales valor para soportar su pena y su dolor. Y que un día puedan encontrarse con su hijo en la alegría y en la paz de tu Reino. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Oración para poner nombre al hijo muerto
“Padre celestial, Padre bueno, gracias por habernos regalado a (decir nombre) como nuestro hijo, que estará contigo para siempre. 
Perdónanos los errores que hemos cometido. 
Te lo entregamos en tus brazos divinos por medio de María. 
Jesús, divino Salvador, bautízalo en tu amor divino y gracias por haberlo salvado y habernos sanado y liberado de nuestra angustia y sentimiento de culpabilidad.
Gracias, Espíritu Santo, ven sobre todos nosotros y haznos con nuestro hijo, una familia unida en tu amor, en el tiempo y para la eternidad”. Amén.

Oración para poner nombre a los niños y encomendárselos a Dios
“Tú, Señor, autor y defensor de la vida, tú eres nuestra morada final. 
Te encomendamos a este niño (decir nombre). 
Confiando en tu misericordia y en tu amor paternal, te pedimos le concedas la eterna felicidad. Señor Dios, bondadoso y solícito, confiamos a tu amor este pequeño (N). 
Acógelo en la vida eterna. 




También te pedimos por sus padres, afligidos por la pérdida de su hijo. 
Concédeles fortaleza y valor y ayúdalos en su pena para que puedan un día reunirse con su hijo en la paz de tu Reino. 
Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén”.