Obispos europeos ponen en peligro a los católicos




¿Por qué una conferencia de obispos católicos apoyaría ciertos nuevos e impredecibles derechos de la Unión Europea?

Por Phil Lawler| 09 de mayo de 2017
     
Ayer, en este espacio, comenté la ideología insostenible de la Unión Europea, que inventa regularmente nuevos "derechos humanos", sin reconocer los correspondientes deberes. Por ejemplo, la Comisión Europea promulgó recientemente un Pilar de los Derechos Sociales, explicando que el propósito de este instrumento era "proporcionar nuevos y más efectivos derechos para los ciudadanos, basados en 20 principios clave".

El lenguaje del anuncio suena sospechosamente similar a un anuncio de un "nuevo y más eficaz" detergente para la ropa, cuyas promesas implícitas son difíciles de hacer cumplir. Si estos derechos son verdaderamente "nuevos", ¿quién los creó? Los derechos, por sí mismos, no pueden ser "más eficaces", alguien debe garantizarlos. Entonces, ¿quién es el garante, y cuál es la naturaleza de la garantía? De hecho, ¿cómo difiere un derecho "social" de otros derechos?

El Pilar Europeo de los Derechos Sociales plantea más preguntas de las que responde. Y como, por regla general, los prelados deben evitar las cuestiones políticas, sería prudente que los obispos europeos hubieran dejado pasar este anuncio. Pero la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), se precipitó acogiendo con satisfacción el Pilar de los Derechos Sociales como "un paso importante hacia el objetivo de los tratados europeos de una economía social de mercado".

¿Por qué? ¿Por qué la COMECE se sintió obligada a decir algo sobre este documento? ¿Por qué COMECE actúa como animadora de la Unión Europea? Pensando en ello, ¿por qué existe la COMECE, además de las conferencias episcopales de cada una de las naciones de la UE?

¿Y cuáles son estos "derechos sociales" que la COMECE ha respaldado? Algunos son loables en principio, pero difíciles de vindicar:

Los niños tienen derecho a la protección contra la pobreza. Los niños procedentes de entornos desfavorecidos tienen derecho a medidas específicas para mejorar la igualdad de oportunidades.
Toda persona que carezca de recursos suficientes tiene derecho a beneficios de ingresos mínimos adecuados que garanticen una vida digna en todas las etapas de la vida y un acceso efectivo a los bienes y servicios habilitadores.
Por lo tanto, la Comisión Europea se ha comprometido a abolir la pobreza. (...) 

Pero algunas partes del Pilar son francamente peligrosas:

Independientemente del sexo, origen racial o étnico, religión o creencias, discapacidad, edad u orientación sexual, todos tienen derecho a la igualdad de trato y oportunidades en materia de empleo, protección social, educación y acceso a bienes y servicios a disposición del público.

Es sólo cuestión de tiempo que los ciudadanos europeos que se sientan "agraviados", citando el Pilar de los Derechos Sociales, exijan sanciones contra las instituciones católicas que no emplean homosexuales, transexuales, ni ordenan (sacerdotes) a las mujeres, ni aceptan modificar el género en un certificado bautismal, (o en nombre del laicismo supriman oraciones, imágenes religiosas, biblias, leyes de libertad religiosa o abran más la puerta al indiferentismo religioso). 

Al alabar el Pilar, la COMECE ha puesto en riesgo a las instituciones católicas (y a personas individuales). ¿Y para qué?