El Vaticano contra 3 Apariciones Marianas

Foros de la Virgen

A la Iglesia Católica le cabe una enorme responsabilidad.

Comunicar al mundo lo que la Virgen María nos ha venido a decir en los últimos dos siglos, especialmente en el último.

Pero desafortunadamente vemos cada vez que se está minimizando los fenómenos marianos entre quienes detentan grandes parcelas de poder en el Vaticano.

estatua lourdes berbardita

Hay muchos ejemplos, por ejemplo las manifestaciones de la Virgen de San Nicolás, Argentina, en la que se han prohibido transmitir los mensajes;

 Citamos otros 3:
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Uno que acaeció recientemente es la anulación, por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la aprobación del Arzobispo de Lipa de las apariciones de la Mediadora de Todas las Gracias, acaecidas en Filipinas en la década de 1940; puedes leer aquí la historia.

Y otra muestra son las restricciones a la visibilidad pública de las apariciones de Garabandal.
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Que se profundizaron en la 54ª celebración de las apariciones (2015), porque el Obispo de Santander hizo quitar de la página web de la Parroquia de Garabandal cualquier rastro de las apariciones.

En medio de este clima a la restricción mariana estamos a la puerta de una decisión papal sobre las Apariciones de Medjugorje.
Que como hemos visto implicará bajarle la visibilidad al aspecto sobrenatural de las apariciones y su mensaje, y poner énfasis en el sitio de peregrinaje, ver aquí.
Y esta política crecientemente refractaria nos hace recordar las palabras del famoso mariólogo e investigador más laureado de apariciones marianas, P. René Laurentín, que ha dicho que si la aparición de Lourdes se produjera hoy, no sería aprobada por la Iglesia.
iglesia de medjugorje
iglesia Parroquial de Medjugorje

EL CASO DE MEDJUGORJE

Sin que haya habido una decisión formal del Papa sobre Medjugorje, ya están actuando una serie de restricciones y operaciones de debilitamiento de los videntes, y por ende del mensaje. 

Porque la Congregación para la Doctrina de la Fe esta alentando que ningún obispado reciba a los videntes de Medjugorje, ver aquí.
Y también hay en marcha una campaña para desacreditar la legitimidad de los videntes a través de comentarios como que “la Virgen no es una oficina de Correo”, ver aquí.
Y esto a pesar que todos los estudios científicos que se han hecho a los videntes han demostrado que se comunican con algo sobrenatural en éxtasis, ver aquí.
Todo parece marchar hacia un más estricto estricto control y opacidad de la visibilidad de estas apariciones.
Se acrecentará aún mas las restricciones al uso de las parroquias para la promoción de los mensajes pero no de las peregrinaciones.
Mayor insistencia a los sacerdotes y obispos para que restrinjan el testimonio sobrenatural  del fenómeno en sus diócesis.
Y una mayor supervisión de lo que sucede dentro de Medjugorje con los videntes, que son el eslabón que ata la Iglesia a los supuestos mensajes de la Virgen María.

De modo que independientemente de la decisión papal las restricciones ya está funcionando. 

Y si lo de Medjugorje se inscribe dentro de la misma tendencia expresada en Garabandal, el objetivo es quitarle visibilidad a las apariciones.
De cualquier forma, también hemos dicho que estas restricciones no tendrían demasiado efecto sobre la marcha de Medjugorje, porque el fenómeno es demasiado grande como para poder quitarle visibilidad en forma total y porque el Vaticano difícilmente se arriesgue a contravenir el fenómeno católico occidental mas masivo del último siglo.
Pero aunque hoy pensamos que las posibles medidas no afectarán a Medjugorje, todo puede pasar.
Iglesia Parroquial de San Sebastián de Garabandal
Iglesia Parroquial de San Sebastián de Garabandal

TAMBIÉN TENEMOS EL CASO DE GARABANDAL

Si el clima para restringir la visibilidad de las apariciones de Medjugorje está en marcha, estaba “escrito en la tapa del libro” como dicen en Latinoamérica o “escrito en la pared” como dicen los norteamericanos, que iba a afectar también a la otra aparición que fundamenta las profecías actuales.
La que señala que estamos cerca de una intervención decisiva del cielo y de la segunda venida de Jesucristo; hablamos de las apariciones de Garabandal; ver aquí la historia.
Con Garabandal es mucho más sencillo.
Porque las apariciones cesaron en 1965, no tiene la popularidad de Medjugorje, ni la aldea es un centro de peregrinación comparable.
Aunque sabemos que están haciendo esfuerzos para potenciarlo con el Centro del Peregrino.
Además, son menos conocidas por el clero, y los obispos españoles han sido más duros con ella que los yugoslavos con Medjugorje en su tiempo.

Y entonces, la restricción de Garabandal llegó en la celebración 54 de las apariciones, 2015.
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Cuando el Obispo de Santander pidió a la Parroquia de Garabandal que quitara de su sitio de internet cualquier información sobre la aparición. 
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A lo que el párroco no pudo negarse. Ya está hecho. Aquí no existió nada.

El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, ha decidido que la Parroquia de Garabandalno informe formalmente al mundo que ahí sucedió un hecho muy importante.
Porque se comparta o no la sobrenaturalidad del mismo, hoy las apariciones de Garabandal son  motivo de una profecía que moviliza a buena parte de los cristianos.
Su lógica parece haber sido “Señores aquí no pasó nada”, trasladando la información de las apariciones al Centro del Peregrino, casi como si tuviera un fin turístico.
Esto hace acordar a la novela profética de George Orwell, 1984, donde el Ministerio de la Verdad reescribía todos los periódicos cada vez que alguien caía en desgracia, para borrar cualquier rastro de que la persona hubiera existido.
P. Rene Laurentín
P. Rene Laurentín

EN ESTE CLIMA, LA APARICIÓN DE LOURDES NO SE HABRÍA APROBADO DICE RENÉ LAURENTIN

El más conocido mariólogo del mundo, que realizó lo que se considera la tesis definitiva sobre Lourdes, el padre René Laurentin, de Francia, ha declarado que en el clima actual, las famosas apariciones a Santa Bernardita habrían sido rechazadas por la Iglesia.
El Padre Laurentin, consultor de Juan Pablo II, así como del Concilio Vaticano II en asuntos de la Santísima Virgen, ha dicho en Le Figaro de París:

“Estoy dejando asombrada a mucha gente en estos últimos años cuando digo que si Lourdes tuviera lugar en nuestros propios días las apariciones no serían reconocidas.
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Habría enormes objeciones planteadas sobre el período confuso que siguió a las apariciones”.

“Cuando las apariciones cesaron el 11 de abril 1858, estalló una epidemia de videntes, había cerca de cincuenta de ellos.
El estallido causó una fuerte impresión en el pastor local que había sido muy severo con Bernadette y ganó el entusiasmo de Jean-Baptiste Estrade, un hombre inteligente y futuro historiador de Lourdes.
Algunos videntes eran personas cuestionables, que atraídas por el prestigio de las apariciones, se presentaron en la gruta de Lourdes. 



Y parecían continuar donde Bernadette dejó”.
“En nuestros días, el testimonio ejemplar de Bernadette probablemente sería reducido a ser otra instancia de la misma epidemia.
Se trata de un adolescente, cuya adolescencia ha sido retrasada o hay una combinación de factores que hace cualquier cosa sea posible cuando vienen las visiones, etcétera. 
Se trata de un discurso psicoanalítico ya común aplicado con una imaginación superficial. 
Por lo tanto, en estos años hubo una ruptura entre la razón teológica, que a veces era de sangre fría, y los signos, que son esenciales no sólo para religión popular, sino también para la revelación bíblica y la religión misma. 
El resultado fue una cierta falta de equilibrio y la desconfianza excesiva de las señales del Cielo”.
El Padre Lauentin, ahora pisando los 100 años, autor de más de cincuenta libros y de la monumental obra Diccionario de las Apariciones Marianas, decía que,
“La dificultad se agrava por una metodología deficiente que rige el juicio acerca de los milagros, escribió el famoso teólogo.

“En principio se requiere que el milagro en cuestión sea un prodigio totalmente inexplicable por la ciencia.
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Esto no está en consonancia con la forma de actuar de Dios ni con la tradición de la Iglesia”.

Laurentín está aludiendo, entre otras cosas, a los signos de Dios que acompañaron al Pueblo Judío, como la nube, el fuego, el maná.
Todo lo cual puede ser explicado como hechos naturales por la ciencia, y por lo tanto hoy tampoco se tomarían como sobrenaturales.

Gruta de Lourdes
Por lo tanto,
“Ya sea que sean auténticas o no, la duda y la negación prevalecieron en todos los casos [de las apariciones de renombre]. 
El discernimiento real, como el realizado por el obispo Laurence en Lourdes, de una manera ejemplar para su época, no hace parece posible por más tiempo”, dijo el reconocido teólogo.

“Algunas comisiones integradas por las personas radicales, con presupuestos que se derivan del método histórico-crítico o el psicoanálisis, o gente imbuida de filosofías racionalistas o idealistas, que se encuentran con mayor frecuencia entre nuestra intelectualidad católica de lo que en un principio parece, nunca podrían llegar a un juicio positivo acerca de estas apariciones”.

Entonces el padre Laurentín se pregunta:

“Podemos preguntarnos por qué la iglesia, tan tolerante en lo que se refiere a las curaciones (en donde no hubo nunca sanciones), se muestra tan severa en cuestión de apariciones”.

Y si bien Laurentín deja ahí la pregunta, deberíamos pensar que tienen de distinto las apariciones de la Virgen María, e inmediatamente viene a nuestra mente la ‘mujer vestida de sol’ y la batalla celestial que narra el Apocalipsis. 
Y continúa Laurentín,
La fe busca la luz y los signos de Dios.
En donde estos signos dan una aportación excepcional de presencia o de evidencia, requieren mucha prudencia y discernimiento, ya que están sujetos a desviaciones y a interpretaciones subjetivas. 
Sin embargo, una línea represiva y puramente negativa, de crítica externa (racionalista o psicoanalítica, etc.) no es necesariamente sana y fecunda. 
Es verdad que se dan casos en que es preciso rechazar el error y reprimirlo con la autoridad de Dios, y hay que hacerlo con firmeza, como lo hizo Mons. Laurence en la época de la epidemia de visionarios de Lourdes”. 
Pero su acción mejor en este sentido fue el saber discernir y canalizar los signos que procedían de lo alto y que daban realmente fruto. 
Por consiguiente, es muy de desear que no se verifique, como ha sucedido en muchas ocasiones, una tensión conflictiva entre la autoridad institucional y los carismas”.

Laurentín siempre ha insistido que el mejor indicador de la veracidad de una aparición son sus frutos, porque esta es la medida que usa Dios en la Biblia.