La hora de la batalla ha llegado


María, Maestra de los Apóstoles de los Últimos Tiempos Tomo I. A Agustín del Divino Corazón


Consagración a Mi Inmaculado Corazón 

Es María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, la que os llama a que os Consagréis a Mi Inmaculado Corazón. Consagración que os revestirá de la Luz del Espíritu Santo para que conozcáis en lo profundo el Bien. Consagración que os llevará a despreciar los encantos y las falacias del mundo. Consagración que os hará sentir repugnancia y horror por el pecado. Consagración que intercambiará místicamente nuestros corazones. Consagración que os enrolará como soldados rasos del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes. 

Consagración que os marcará como elegidos de Dios. Consagración que adelantará el Triunfo de Mi Inmaculado Corazón y el Reinado del Sagrado Corazón de Mi Hijo Jesús. Consagración que abreviará, aún más, el tiempo para que veáis Cielos nuevos y Tierra nueva. Consagración que os hará partícipes de la Iglesia Remanente, el resto fiel. Consagración que encenderá la

llama de la esperanza en vuestro corazón, para que esperéis la segunda llegada de Jesús con anhelo, sin miedos. 

Consagración que iluminará vuestro entendimiento opacado, llevándoos a comprender los signos y manifestaciones del final de los tiempos. Consagración que restaurará nuestra Iglesia, porque el humo de satanás ha penetrado en ella. Consagración que os hará soldados aguerridos, intrépidos, preparados y entrenados para el campo de batalla. Consagración que os hará sentir deseos de entregaros completamente a Mí, de manera perenne, para disponer de vosotros según el querer de Dios. Consagración que os enrutará en el camino directo que os lleva a Jesús. Consagración que es necesaria para la salvación de la humanidad; humanidad enferma, humanidad alejada de Dios y de la Iglesia.


Hijos Míos, la hora de la batalla ha llegado. Son dos ejércitos que luchan entre sí: El ejército del dragón rojo y la bestia negra, ejército dirigido por satanás; ejército que quiere llevar a la humanidad a la negación de Dios; ejército que quiere colocar a lucifer en lugar de Dios para que sea adorado; ejército que se está llevando gran número de almas a los abismos del infierno; ejército que trabaja solapadamente dentro de la misma Iglesia para destruirla, para profanar lo Sagrado, para introducir en ella el error; error que lleva a la apostasía y pérdida de la fe. El otro Ejército está liderado por Mí y San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial por Designios del Padre Eterno. 

Soy la Capitana de este Ejército, que combatirá con el arma poderosa del Santo Rosario. Arma que debilitará y encadenará a satanás en este final de los tiempos. Arma que perfumará con olor de santidad a los soldados rasos de Mi Ejército Victorioso; arma que os dará fuerzas para que no os dejéis amilanar, ni aterrorizar por el adversario; arma que os hará invencibles frente a los ataques del enemigo. Ejército que con su lucha constante triunfará sobre el mal. Ejército que verá descender a la Mujer vestida de sol con corona de doce estrellas, parada sobre la luna; Mujer excelsa que aplastará con Su Talón la cabeza de la serpiente. Ejército que se revestirá de la armadura de Dios para no ser vencidos, ni derrotados.

Hijitos amados, atended a Mi último llamado; no despreciéis este Tesoro del Cielo que hoy he depositado en vuestras manos. Corred apresurados, porque el tiempo se os acaba. Discernid los acontecimientos y haced lo que JESÚS OS DIGA, porque muy pronto juzgará al mundo entero con Justicia y con Misericordia; muy pronto habrá de ser reconocido como el Rey de reyes y Señor de señores.”